Kinkeeping: el desgaste de estar pendiente de todo en la familia

Las relaciones familiares son una parte fundamental de nuestras vidas. Son una fuente de apoyo emocional, conexión y, a menudo, estabilidad. Sin embargo, también pueden ser un espacio donde se distribuyen responsabilidades que no siempre son equitativas, y uno de esos aspectos es el KinKeeping, un término que, aunque no es muy conocido, describe una realidad que muchas mujeres viven diariamente.

El KinKeeping se refiere al conjunto de tareas relacionadas con el cuidado y el mantenimiento de las relaciones familiares. Esto puede incluir la organización de reuniones familiares, la compra y envío de regalos para cumpleaños o festividades, la planificación de eventos importantes, el mantener contacto regular con familiares, y en general, asegurar que la conexión familiar se mantenga. Aunque estas actividades parecen simples y cotidianas, tienen un impacto significativo en el bienestar emocional de la familia, ya que fomentan el sentido de unidad y pertenencia.

A menudo, esta labor no es vista como un trabajo formal o importante, pero lo es, y en muchos casos, es un trabajo no remunerado y no reconocido. En la mayoría de las familias, el KinKeeping lo asumen las mujeres, ya sean madres, hijas, hermanas o esposas. Este rol recae sobre ellas de manera natural o implícita, sin que se cuestionen los efectos que puede tener en su vida diaria.

Si bien el KinKeeping puede ser visto como un acto de amor y dedicación hacia la familia, también puede convertirse en una carga emocional significativa, especialmente cuando no se distribuye de manera equitativa. Las mujeres que desempeñan este rol a menudo lo hacen sin darse cuenta de que están asumiendo una responsabilidad que no necesariamente debería ser suya por defecto.

Aquí te explico algunas de las consecuencias más comunes que experimentan las mujeres que son las principales KinKeepers en sus familias:

1. Sobrecarga Mental y Emocional

Uno de los efectos más visibles del KinKeeping es la sobrecarga mental. Las mujeres que desempeñan este rol suelen ser las que mantienen listas mentales de las necesidades familiares: quién necesita un regalo, quién tiene un evento próximo, quién no ha sido contactado en un tiempo, etc. Esta carga mental constante puede llevar a altos niveles de estrés, ya que están continuamente gestionando estas responsabilidades, además de sus tareas laborales y personales.

Este esfuerzo, aunque no siempre visible para otros miembros de la familia, es un agotador «trabajo invisible» que se suma a las otras responsabilidades del día a día, creando una sensación de constante ocupación y falta de descanso emocional.

2. Desequilibrio de Género

El hecho de que la mayoría de las veces el KinKeeping recaiga en las mujeres refuerza los desequilibrios de género que ya existen en muchas familias. A pesar de los avances hacia la igualdad, las mujeres siguen siendo las que asumen la mayor parte de las responsabilidades emocionales y de cuidado dentro de la familia. Este fenómeno no solo perpetúa estereotipos de género, sino que también puede generar frustración y resentimiento, tanto para las mujeres que se sienten atrapadas en este rol, como para los hombres que no están completamente conscientes de la carga que ellas asumen.

En una relación de pareja, esto puede crear conflictos. Si bien ambos miembros pueden compartir las responsabilidades económicas o laborales, el KinKeeping suele quedarse bajo el radar, como una expectativa no hablada de que la mujer se encargue de mantener los lazos familiares.

3. Impacto en la Salud Mental

La combinación de la sobrecarga emocional y el desequilibrio de género puede tener un impacto directo en la salud mental de las mujeres. El KinKeeping, cuando se asume sin ayuda o reconocimiento, puede contribuir al agotamiento emocional, ansiedad e incluso a la depresión. Las mujeres pueden sentirse presionadas a mantener el bienestar emocional de toda la familia, dejando poco espacio para cuidar de sí mismas.

Además, el hecho de que estas tareas no sean reconocidas ni valoradas en la misma medida que otros tipos de trabajo puede aumentar la sensación de frustración y desgaste. Muchas mujeres pueden llegar a sentir que sus esfuerzos no son apreciados, lo que contribuye a una disminución en su autoestima.

4. Menos Tiempo para el Desarrollo Personal

Otro de los efectos del KinKeeping es que resta tiempo y energía para otras áreas de la vida de la mujer. La dedicación que exige puede reducir el tiempo que las mujeres pueden dedicar a sus propios intereses, al desarrollo profesional, o simplemente a su bienestar personal. Esto es especialmente cierto para aquellas que ya tienen múltiples responsabilidades, como trabajar fuera de casa o cuidar de los hijos.

Es importante tomar conciencia de la existencia del KinKeeping y de su impacto en las mujeres. Una vez que se reconoce, es posible comenzar a distribuir esta carga de manera más equitativa. Aquí algunas sugerencias para lograrlo:

  • Hacer visible lo invisible: Hablar abiertamente sobre las responsabilidades del KinKeeping dentro de la familia es un primer paso crucial. A menudo, los miembros de la familia, incluidos los hombres, no se dan cuenta de todo el trabajo emocional que implica. Hacer visibles estas tareas permite repartirlas de manera más justa.
  • Compartir responsabilidades: No hay ninguna razón por la que solo las mujeres deban asumir este rol. Los hombres y otros miembros de la familia pueden y deben involucrarse en el mantenimiento de las relaciones familiares. Desde enviar mensajes a familiares hasta organizar reuniones o recordar fechas importantes, estas tareas se pueden distribuir de manera equitativa.
  • Establecer límites saludables: Es fundamental que las mujeres que han asumido el KinKeeping aprendan a decir no cuando sienten que están sobrecargadas. Establecer límites claros en cuanto a cuánto están dispuestas a asumir y delegar cuando sea necesario es clave para proteger su bienestar emocional.

Kinkeeping: el desgaste de estar pendiente de todo en la familiaEl KinKeeping es una labor valiosa que contribuye a la cohesión familiar, pero su impacto emocional y mental en las mujeres no debe subestimarse. Reconocer esta labor invisible y trabajar en distribuirla de manera equitativa no solo puede aliviar la carga de las mujeres, sino que también puede fortalecer las relaciones familiares al hacer que todos los miembros participen activamente en el mantenimiento de los lazos afectivos. Hablar sobre el KinKeeping y tomar acciones para cambiar esta dinámica es un paso importante hacia relaciones familiares más sanas y equilibradas.

Fuente: El País. Enrique Alpañés.