En el deporte, ya sea a nivel profesional como particular, el cuerpo no es el único agente que interviene para alcanzar el éxito. La salud mental es uno de los puntos más importantes a cuidar y que desgraciadamente no se le da la importancia que tiene. El deporte de élite y la salud mental debe de ir unidos como piezas claves para sobrellevar la presión en el deportista.

No solo es importante una alimentación controlada y equilibrada y un entrenamiento diario para que el cuerpo se desarrolle a un nivel superior con una exigencia superior. No se alcanzan las metas si no se atiende al cuidado del estrés, la ansiedad y la obsesión del deportista.

Hay que encontrar un equilibrio entre el esfuerzo físico y el esfuerzo mental para obtener una recompensa mayor aportando beneficios sociales, personales y deportivos a los profesionales que dedican su vida a ser cada día mejores en lo que hacen.

Hoy en día los deportistas están expuestos a una presión mediática demasiado elevada. Hay deportistas referentes a nivel nacional e internacional que son objeto de crítica en cualquiera de sus acciones diarias, tanto en la relaciones personales como en la relaciones deportivas y los logros que obtienen. Por suerte otros deportistas son alabados y su faceta más personal no es visible ni expuesta a crítica pero no les exime de sentirse presionados.

Para un deportista de élite tanto la presión mediática, una lesión o una mala época de resultados, puede conllevar depresiones y cuadros de ansiedad que vayan en contra de todo su esfuerzo físico realizado. Es el caso del jugador de fútbol Iniesta que comentó sin tapujos en varias entrevistas que sufrió una depresión hace unas temporadas por una serie de lesiones y la pérdida repentina de su amigo Dani Jarque. Con suerte, gracias a su dedicación y esfuerzo personal logró seguir adelante con su carrera.

No es así el caso de otros deportistas que han visto como sus carreras deportivas han sido destrozadas por una mala gestión de su salud mental.

Uno de los deportistas referentes de nuestro país, Pau Gasol, reclama la poca consideración y seguimiento al deportista que hay dentro de las federaciones, entidades o comités. No es así por ejemplo el caso de Estados Unidos donde la NBA está llevando acabo desde hace pocos años un programa de asistencia al jugador. En este programa las reuniones con los jugadores, entrenadores y asesores son obligatorios. El objetivo es orientar y gestionar el bienestar emocional y psicológico del deportista. Pau Gasol reclama más programas que ayuden a la conciliación social sobre la importancia del bienestar psicológico.

Actualmente muchos organismos deportivos ya están implantando algún tipo de plan o seguimiento al deportista. Aún así sigue siendo un tabú hablar de los problemas de salud mental en los deportistas de élite. Y es que sufrir en silencio los efectos de un torbellino emocional ocasionado por una presión mediática desorbitada puede afectar a cualquier tipo de deportista. ¿Por qué existe ese tabú? ¿Acaso confiamos menos en Rafa Nadal cuando habla abiertamente de sus lesiones de rodilla o muñeca? ¿Por qué no entendemos que la élite también tiene altibajos?.

No olvidemos que los deportistas no dejan de ser personas que están haciendo lo que más les gusta en su vida. Son privilegiados porque dedican todo su tiempo y esfuerzo para ser mejores cada día en lo que hacen pero están sometidos a una gran presión por su obligación a obtener resultados en sus competiciones, o ligas, sin olvidar que muchas de estas figuras de élite son referentes para muchos niños y niñas (y a veces también para adultos) a los que hay que enseñarles que la alimentación sana, la actividad física y el descanso son fundamentales y no una exigencia continuada que puede conducir a la frustración.

El deportista de élite debe de encontrar un equilibrio y una vía de escape para reconducir la presión a la que está sometido. Utilizar la música, la lectura, el yoga, la meditación o los momentos en familia y en paz, son actividades ayudan a contrarrestar la presión y cuidar la salud mental. No olvidemos nunca la importancia del deporte de élite y la salud mental.