Depresión

¿Cómo superar la depresión? ¿Cómo tratar la depresión? ¿Por qué nos deprimimos? En la Unidad especializada en el tratamiento de la depresión de Centro Rodero: Clínica de Neurociencias encontrará la respuesta a estas y otras preguntas.

depresión en santanderSi tuviésemos que definir la depresión en pocas palabras, diríamos que es un estado emocional caracterizado por la incapacidad de disfrutar.

Siendo más detallistas, veremos que la depresión es un serio trastorno emocional que implica cambios importantes en nuestra forma de sentir, de pensar y de actuar:

– De sentir, en cuanto a que en una persona deprimida las emociones cambian sensiblemente. Puede que tengamos ganas de llorar, que notemos tristeza, y no es infrecuente que aparezcan otros sentimientos desagradables como irritabilidad o ansiedad. Esto facilitará en gran medida que pensemos y que actuemos de determinada manera.

– En cuanto a nuestro modo de pensar, éste suele sufrir graves distorsiones a la hora de procesar la información; lo más probable en casi todas las situaciones será ver el lado negativo; así es normal mostrarse pesimista respecto al futuro, contrariado contra el mundo y autocrítico con uno mismo. Será necesario un tratamiento cognitivo conductual.

– El modo de actuar de un depresivo beneficia a que el grado de malestar aumente. Es decir, a una persona deprimida lo que más le apetece hacer en la casi totalidad de los casos será llorar y AISLARSE. Este modo de actuar nosotros lo comparamos a un cigarrillo. Una persona fumadora si está nerviosa puede que fume porque eso parezca tranquilizarle, pero lo único que está haciendo es aumentar la probabilidad de sufrir un cáncer en el futuro. En el caso de la persona deprimida, el aislarse sólo beneficia a que su desesperación aumente, aunque en el momento de quedarse en casa sea un alivio para la persona.

No obstante, en la depresión también aparecen cambios bioquímicos en el organismo que producen alteración del sueño (dormir poco o en exceso), del apetito (por lo general apenas se tiene hambre) y de la líbido (disminuyendo considerablemente).

Para considerar que una persona está deprimida, tiene que estar sufriendo una parte importante de estos cambios, y además, que se mantenga durante un periodo de tiempo razonablemente largo. Por ejemplo, una combinación de los cambios previamente mencionados podría experimentarlos un joven rechazado por su novio/a, y no se consideraría depresión, a no ser que no emergiese de esa situación.

Muchas personas que, por supuesto no habrán sufrido esta enfermedad, podrán decir formulaciones sin sentido del tipo “que la depresión no existe”, “eso es un cuento”… pero lo cierto es que ante este trastorno nadie está inmunizado. Se trata del trastorno psicológico más frecuente. Los datos estadísticos indican que alrededor del 10%-15% de la población general está o llegará a estar clínicamente deprimida a lo largo de su vida. De hecho, se prevé según la OMS (Organización Mundial de la Salud) que la depresión se convierta en el año 2020 en la segunda causa de incapacidad en el mundo.

Aunque podemos encontrar depresión en cualquier momento de la vida de una persona, parece claro que el riesgo de depresión aumenta con la edad, encontrándose 2 periodos críticos: entre los 35 y los 45 años; y a partir de los 60 años.