Más de 300 millones de personas en el mundo sufren o han sufrido depresión, según la Organización Mundial de la Salud. Es una de las enfermedades más dolorosas y complicadas de superar pero, ¿se cura la depresión?. Si, por supuesto y veamos cómo conseguirlo.
La depresión es una silenciosa y lenta enfermedad que va marchitando a la persona afectada. En algunos casos, la depresión se manifiesta de manera física con dolores agudos en el cuerpo y con un constante «me duele aquí».
La sintomatología de la depresión más conocida es la que afecta al estado anímico de la persona. El alma sufre y no tiene fuerzas ni alicientes para estar mejor. La depresión arrebata la calidad de vida de quien la padece, altera el cuerpo, la mente, las emociones y las relaciones hasta el punto que rendirse y renunciar a vivir parece la única salida posible al sufrimiento.
La depresión hace sufrir al enfermo y le llena de apatía y tristeza pero además hace sufrir a las personas que están junto al paciente..
Aquellos que conviven con una persona con depresión se habrán preguntado alguna vez ¿cómo se puede ayudar a un enfermo de depresión? ¿por qué no lucha por estar mejor? ¿se cura la depresión?. Son preguntas con respuesta sencilla pero de una compleja solución.
Aproximadamente el 85% de los episodios depresivos remiten con el tratamiento apropiado, médico y psicoterapéutico, y en torno al 40% no sufre ninguna recaída. Ahora bien, no podemos generalizar, pero existen unas pautas que ayudan a curar la depresión y evitar recaídas:
Cómo intentar curar la depresión
Subrayar los factores que favorecen la salud
Es importante saber que la vida es un viaje donde en ocasiones las cosas salen bien y en otras mal, unas veces haremos lo correcto y en otras nos equivocaremos, en unas triunfaremos y en otras fracasaremos. Asimilar la decepción y saber fallar es necesario para avanzar. Y es que una mayor aceptación y tolerancia hacia los sentimientos negativos disminuye la susceptibilidad a deprimirse en el futuro.
Conocerse a uno mismo, conocer las limitaciones y las fortalezas y marcar unas expectativas razonables ayudarán a encontrar un equilibrio en la exigencia personal en la vida.
Abrirse al cambio
Encontrarse en un proceso de superación de la depresión supone un cambio de vida. Más bien, una nueva narrativa de vida. Hay que ser consciente de qué experiencias se han vivido, cuáles han sido buenas y cuáles malas pero no quedarse en ellas.
Es necesario generar nuevos propósitos, nuevas metas, nuevas motivaciones para no repetir la vida pasada que nos hizo caer en depresión.
No supone un cambio radical y dejarlo todo atrás. No, ni mucho menos!! Supone un análisis de los posibles cambios que es necesario hacer. Un estudio personal de las carencias y de las fortalezas y componer un nuevo camino de vida por el que caminar con motivación y pies firmes.
Saber aceptar y adaptarse a las nuevas circunstancias
Aceptar es mirar al frente sin evitación, adaptarse significa generar nuevos recursos para vivir creativamente. Algunos pacientes necesitan admitir su tratamiento continuado, otros que hay pérdidas irreparables, otros que no hay certidumbres totales, pero todos tienen la oportunidad de dotar de un sentido nuevo su vida.
Rodearnos de personas que nos quieran
Las personas con depresión tienden al aislamiento personal porque no confían en mí mismo y piensan que son un problema para los que le rodean.
Superada una depresión, es vital sentirse arropado y acompañado. Por naturaleza somos seres sociales y necesitamos compartir con los demás. Compartir con otros momentos de sufrimiento personal ayuda a liberar el lastre de los episodios de grandes dificultades y promueve una mayor autoestima y sensación de autocontrol.
Favorecer el autocuidado
Todos, estemos superando o no una depresión, tendríamos que estar obligados a mirarnos en un espejo todos los días. Mirarnos física y emocionalmente y elogiarnos sin ningún tipo de miedo a la soberbia. Hay que apostar por uno mismo, por sentirse y verse bien cada día.
Una persona con depresión suele abandonar los hábitos de higiene, la alimentación o el ejercicio físico y es importante hacer un esfuerzo por recuperarlos y mantenerlos para no recaer.
La remisión de la sintomatología depresiva no es una cuestión de fuerza de voluntad, aunque todavía hoy en día se mantienen estigmas asociados a falta de carácter o pereza. Es verdad que la depresión se supera con tratamiento pero seguir estas pautas ayuda a enfrentarse esta dura enfermedad de otra manera.
Fuente: El Mundo. Isabel Serrano.
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