Sexología

Actualmente suele abordarse la disfunción sexual considerando el deterioro o perturbación de una de las etapas que constituyen un correcto funcionamiento sexual, esto es, el deseo, la activación y el orgasmo.

En base a la fase que se ve afectada, podemos hablar de trastorno por deseo sexual hipoactivo y trastorno por aversión al sexo en la fase de deseo. En la fase de excitación, tenemos el trastorno de erección (impotencia) en el varón, y trastorno de excitación sexual en la mujer. Por último, tendríamos los trastornos orgásmicos femeninos (con la dispareunia y el vaginismo) y masculino (eyaculación precoz o demora o ausencia de orgasmo).

Es importante realizar una adecuada valoración para detectar ideas inadecuadas con respecto al sexo, repertorios de conducta ineficaces o limitados, o experiencias desadaptativas. Para un correcto tratamiento, es necesario valorar el inicio de la disfunción, la generalidad de la misma y si se debe sólo a factores psicológicos o a una combinación de estos con factores fisiológicos (enfermedad médica o consumo de sustancias).