Centro Rodero: Clínica de Neurociencias ha puesto recientemente en marcha un proyecto prometedor centrado en la Atención temprana.

 ¿Qué es la Atención Temprana?

 La Atención Temprana es un conjunto de acciones que tienden a proporcionar al niño sano en sus primeros años de vida, las experiencias que necesita para promover el desarrollo máximo de sus potencialidades físicas, mentales, emocionales y sociales, permitiendo de este modo prevenir el déficit o riesgo en el desarrollo psicomotor. Su práctica en aquellos niños que presentan algún déficit de desarrollo, permite en la mayoría de los casos, llevarlos al nivel correspondiente para su edad cronológica. Las actividades de estimulación tienen su base en el conocimiento de las pautas de desarrollo que siguen los niños; por ello, deben ser aplicadas de acuerdo a la edad en meses del niño y su grado de desarrollo, sin forzarle a lograr unas metas que no está preparado para cumplir.

 ¿Por qué es importante la Estimulación Temprana?

 Porque favorece el desarrollo del cerebro y por lo tanto la inteligencia en los niños. El desarrollo de la inteligencia comienza desde el primer día de vida, y es necesario alimentarla con estimulación diaria desde ese mismo momento. Toda la estimulación que reciban el niño y la niña en los primeros años de vida le servirá de base para más adelante. La infancia se considera como el momento del desarrollo más significativo en la formación de las personas; en ella se establecen las bases fisiológicas de las funciones cerebrales que determinarán su capacidad de aprendizaje. El cerebro se triplica en tamaño en los dos primeros años de vida y en este período alcanza el 80% del peso de adulto. El sistema nervioso central del niño, que es muy inmaduro al nacer, alcanza casi su plena madurez entre los 5 a 7 años de edad. Las posibilidades de desarrollo de potencialidades a partir de  6 meses son ilimitadas, por lo tanto, una persona a los 15 años o a los 20 años, aprende nuevas cosas, nuevas habilidades, pero las aprende utilizando conexiones que ya fueron establecidas. Y esto es importante, porque aquello que no se haya constituido en los primeros años de vida ya no se va a constituir, va ser muchísimo más difícil de lograr, por no decir imposible.

 Las ciencias biológicas y neurológicas sostienen que el cerebro no puede llegar a su evolución completa si no se presenta la influencia intencionada del exterior (estimulación) que permita el perfeccionamiento de las funciones mentales superiores a través de la formación de redes neuronales. El desarrollo del cerebro se asocia comúnmente al desarrollo de la inteligencia; que se define como la capacidad de resolver problemas, por lo tanto se puede asegurar que la estimulación temprana favorecerá que el niño o ls niña sea más inteligente, pues su capacidad de aprendizaje y análisis de las situaciones será mucho mejor

 ¿Qué vamos a estimular en un niño?

  •  ·        Sensorial: Enseñaremos al niño a desarrollar sus sentidos secuencialmente. En primer lugar ayudaremos a desarrollar los sentido que actúan a corta distancia, aquellos que precisa la cercanía de algún objeto para operar de forma sencilla., En segundo lugar ayudaremos a desarrollar los sentidos que actúan en la percepción de cosas lejanas.
  • ·         Movimiento: El niño inicia su desarrollo con el movimiento. Desarrolla movimientos grandes como: gatear, ponerse de pie, caminar y correr. Desarrolla movimientos pequeños como: agarrar los objetos con los dedos, pintar, dibujar, tocar instrumentos musicales y otros.
  • ·         Coordinación: Desde que el niño nace, ve, oye y percibe las cosas y el medio que lo rodea. Esta área se relaciona con el desarrollo de los sentidos y el pensamiento. Desarrolla el pensamiento, la capacidad de razonar, poner atención y seguir instrucciones
  • ·         Lenguaje: La función principal del lenguaje es la comunicación entre las personas. Desarrolla las primeras formas de lenguaje, gritos y risas. Más adelante desarrollará en forma correcta el habla y la escritura.
  • ·         Socialización: Esta área se relaciona con el desarrollo del afecto y las emociones.  Permitirá que el niño pueda establecer buenas relaciones con sus padres y las demás personas que le rodean. Desarrolla la confianza y seguridad en sí mismo y ayuda a formar la personalidad.