Venimos a este mundo para ser felices pero está demostrado que uno de cada cinco individuos no lo es.. ¿Qué podemos hacer para cambiarlo? ¿El trabajo es una fuente de felicidad? ¿Cómo disfrutar más de mi trabajo?. En este artículo aportamos alternativas interesantes para conseguirlo.

Hoy en día las personas valoran cada vez más la calidad emocional del lugar de trabajo. Éste puede aportar grandes dosis de satisfacción y empoderamiento personal.

Aunque a todos nos gustaría trabajar en lo que nos apasiona, en muchas ocasiones no logramos alcanzar ese objetivo. NO hay que desfallecer!! Podemos intentar ser felices de igual forma!!. Los expertos nos proponen algunos trucos para disfrutar más de nuestro día a día laboral.

EL AUTOCONOCIMIENTO

Pablo Fernández Berrocal, catedrático de psicología de la Universidad de Málaga, considera que es importante focalizar en los aspectos más positivos del trabajo. «Según diversos estudios, ser consciente del valor que otorga nuestro trabajo, tanto a uno mismo como a los demás, ofrece altas dosis de satisfacción personal«. Por otro lado, un cambio dentro del propio trabajo puede ser muy motivante si encontramos aquello que sea más afín a nuestros valores.

Para Borja Vilaseca, autor del bestseller El Principito se pone la corbata, el elemento esencial es la responsabilidad personal. El puesto de trabajo que cubrimos tiene algo de nosotros y eso nos da poder personal. Si no es el trabajo ideal, podemos utilizarlo como trampolín personal para crecer.

En base a esta opinión, Guzmán Martínez, consultor de talento y headhunter, destaca la puesta en práctica de algunos trucos. El individuo no está siempre al mismo nivel de energía cada día. Aportará un gran beneficio a nuestro empleo, tiempo empleado, productividad y satisfacción personal, ser conscientes de cuáles son estos niveles de energía y cuándo los tenemos.

Otro pequeño truco es realizar descansos al terminar cada gestión. Tarea realizada, desconexión y reinicio!!

Existen más trucos que Guzmán apunta y que podemos anotar para implementarlos: alejarnos de las personas tóxicas que contaminan nuestro trabajo y estado de ánimo; personalizar el lugar de trabajo (visualmente también recargamos energías positivas); no dejar de construir paralelamente nuestro sueño profesional, etc.

LA TECNOLOGÍA

Estamos rodeados de aplicaciones, programas, accesorios, 2, 3 y 4.0 que en muchas ocasiones desconocemos su funcionalidad y finalidad. Es verdad que no podemos saber de todo, pero el conocimiento de la tecnología facilita el trabajo.

Aplicarlas correctamente permite convertir los trabajos en algo más liviano, realizarlos más rápido y compartir con un grupo de trabajo los resultamos obtenidos.

Con un uso adecuado de la tecnología, se puede trabajar desde cualquier punto, mejora la productividad y elimina aquellas tareas ausentes de creatividad, generando un aumento de la motivación en el empleo

En definitiva, la tecnología puede mejorar la relación del empleado con su entorno laboral.

LA EDUCACIÓN DE VALORES EMPRENDEDORES Y EMOCIONALES

Para Vilaseca, la nueva educación debe empoderar a los ciudadanos para que puedan valerse por sí mismos. «Estamos en un cambio de paradigma educativo. Nos han formado para ser trabajadores y buscar un buen empleo. Y ahora la educación nos debe enseñar a ser emprendedores y crear nuestro propio camino profesional».

Los más jóvenes exigen más a los puestos de trabajo. Ahora buscan que sean una fuente de desarrollo personal y profesional. La educación tendrá formación emocional para aprender a ser feliz. Además será emprendedora para valerse por uno mismo en el mercado laboral.

Los jóvenes no buscan trabajar solo por un sueldo (digno o no) si no por un conjunto de cosas (disfrute en el trabajo, retos constantes, flexibilidad horaria, etc.) que les ofrezca una satisfacción personal y les complete como persona.

Fuente: El País. Retina. Ami Bondia