17 Sep 2020
J septiembre, 2020

La vuelta al cole

Baltasar Rodero

Estábamos y así seguimos, situados sobre una enorme nebulosa, la oscuridad nos sigue rodeando, opiniones encontradas, desconcierto, cierta anarquía emanada de las estructuras administrativas, no se observa camino expedito alguno, fantaseamos a la vez que zozobramos, y una pequeña luz nos atrae e ilumina, es la hora del cole, es la hora de ejercer la normalidad de alrededor del 20% de la población total.

Las imágenes proyectadas por la T.V. son enormemente expresivas, niños todos sonriendo viven con enorme entusiasmo el encuentro con sus amigos, se olvidan de los padres y de la familia, para penetrar en su mundo, del misterio del conocimiento, del amor a los suyos, de la cooperación, y de la vivencia en grupos sociales.

Creo que ha sido un enorme éxito la apertura de los colegios, que es tanto como la normalización de la vida de los niños, su formación como individuo sociales, como personas con criterio, con capacidad para ser y ejercer desde la libertad, se ha protegido por todos, era nuestra obligación moral y legal.

Que duda cabe que se darán dificultades de todo tipo, que el camino no será fácil, que surgirán problemas que afectaran a todos, padres, docentes, niños y administración. Ante esta situación que surgirá sin duda, pasemos de la crítica fácil, incluso de la crítica política, y arrimemos el hombro, situándonos en una actitud de colaboración, de entendimiento, de comprensión, y luchemos desde la comunidad, por el mayor grado de bienestar y salud de los niños. Están en la hora del disfrute, y desde éste como apuntalamiento, de la adquisición de las bases del conocimiento, subrayando la curiosidad, la disciplina, la cooperación y la responsabilidad.

No obstante, sabemos que el virus, se siente confortablemente con el movimiento y la aglomeración de personas, estas son portadoras de aquel, estén contaminadas o sean asintomáticas, y estos dos factores esenciales en los estudiantes adolescentes, habrá que saberlos controlar, con la aplicación de normas específicas en los lugares de encuentro, en la clase, cafeterías, bares, bibliotecas y residencias o pisos de estudiantes.

Es muy importante en este sentido, controlar correctamente los lugares de prácticas, laboratorios en las universidades e industrias, en las que los alumnos tengan que realizarlas, alumnos de formación profesional, ingenieros, así como los correspondientes a las diversas ramas sanitarias, desde los médicos, pasando por los enfermeros hasta llegar a auxiliares y celadores, etc.

No es de extrañar que en medio de este cruce de caminos se produzca algún brote, será normal, porque hablamos de que más del 20% de la población está en movimiento, a la que tenemos que sumar padres y familiares, que sirven de compañía y apoyo, de aquí la incertidumbre, la inquietud de muchos, y el desprecio o minimización de otros, que impacientes por las limitaciones se defienden ignorándolas.

Los familiares en estos casos, que los hay, pueden jugar un enorme papel de responsabilidad, recordándoles que se ha dado y se sigue dando una alta letalidad, en todo tipo de personas, sexo y culturas, y que además esto supone un enorme gasto económico, un esfuerzo sobrehumano de los sanitarios, de entre los cuales han fallecido en plena actividad contra el COVID-19, 76 profesionales.

Además de los negacioncitas y pasotas, destacamos como negativo el desacuerdo como en casi todas las cosas, de los políticos. Se han olvidado de que sólo hay un enemigo que es el virus, y que éste ha de concentrar todos los esfuerzos en la coordinación de la suma, desde la consejería de educación de las autonomías.

Sumemos esfuerzos, ya contamos con experiencias suficientes para distinguir lo útil y necesario de lo aleatorio, centrémonos en el diseño de un itinerario, el ideal es que éste fuera común, sabiendo cual es el objetivo final, preservar la salud, diseñemos posibles escenarios, desde donde poder responder con la mayor eficiencia a cualquier contratiempo.

El cierre de un colegio, de una universidad, de una escuela universitaria o de un colegio mayor, etc. será un fracaso, sabíamos que el curso comenzaría en septiembre, y así ha sido, de tal forma que hemos tenido mucho tiempo para definir un itinerario.

Cada autonomía conoce o debe de conocer, sus recursos personales y materiales así como la singularidad de la demanda, y ha dispuesto de tiempo para encontrar un ensamblaje perfecto entre ellos, conocía además la forma de actuar del virus, que facilitaba la solución del difícil problema, conocían pues todas las incógnitas, se trataba exclusivamente de ordenar nuestras capacidades en función de una actividad conocida.

En esta coordinación o ensamblaje de los diferentes factores, es importe la actitud de los padres, que sea siempre positiva y esperanzadora, porque así lo vivirán los hijos, y el comportamiento de la administración central, dispuesta al apoyo y colaboración cuando ésta sea requerida, siendo su actitud permanentemente vigilante, abierta y súper generosa.

Autor: Dr Baltasar Rodero, Psiquiatra, Santander 2020.