07 Feb 2019
J febrero, 2019

Las manadas

Baltasar Rodero

Las manadas. Sorprende en ocasiones el protagonismo de algunos acontecimientos sociales, que sin causa aparente se repiten puntualmente con más frecuencia en un determinado momento. Parece que esto ocurre con las manadas, que en principio sin explicación alguna, surgen grupos de individuos impulsivos, groseros, violentos y con escaso control, que se expresan como dueños de la calle y de forma especial, como propietarios de la mujer, con un trato hacia ellas, vejatorio, humillante, despreciativo, violento, agresivo y destructor, que conlleva las señas de identidad de posesión y control, de tal forma que si pudieran las venderían, como pura mercancía de baja calidad.

Como todos los hechos, o casi todos, éstos  responden a unas circunstancias, entre la que destaca la imitación. La atracción ante el protagonismo social, ante el relieve que adquieren frente al pueblo, mediante la ejecución de un acto tan grosero y ruin. Es incuestionable, además de vital para los individuos anónimos, cuya definición es, la miseria y el anonimato. Más adelante trataremos de aproximarnos al perfil de su personalidad.

Por otra parte, nosotros situamos la banalización, el acto se vende, se comenta, se vive como algo propio y casi habitual del pueblo, y en consecuencia algo casi normal, un caso más en nuestra vida diaria. Un tema tan manido, tan vulgarmente popularizado, tan discutido por todos, expertos e ignorantes, como si se tratara de la venta de fruta, pierde el relieve social, la significación ética que le es propio. Quizás el germen de esta actitud banalizarte, se sitúe en la frecuencia del bullyng, cuya cotidianidad, le hace familiar y poco relevante a pesar de su carga de destrucción. 

Se podría añadir el argumento de las redes sociales, que además de facilitar, el acercamiento o el contacto emocional, son vehículos de expresión de frustraciones, amén de escaparate, que permite la venta de una imagen, que siempre va a responder a nuestra fantasía, por ello se navega, además de en la banalidad, en la superficialidad, en la falsedad e hipocresía, permitiendo con ello, actos, situaciones, discursos, además, de desagradables muy poco ejemplares, entre los que se incluyen imágenes obscenas incluso perversas.

Todo ello propicia que los individuos desorientados, perdidos, sin rumbo fijo, sin objetivos concretos, hijos de la anarquía, el desorden y el desgobierno, conviviendo en un techo de desencuentros, de ausencia de límites, sin escrúpulos, puedan en algún momento, cristalizar todas sus frustraciones, en cualquier acto, sin que ello les provoque algún tipo de preocupación o remordimiento.

Junto a estos individuos, podemos situar aquellos que carecen de personalidad definida, de todo peso específico, que viven en ausencia de criterios, estériles mentalmente, del último que llega, maleables, flexibles, itinerantes, sin rumbo fijo, que solo obedecen a empujones, que son “ carne de cañón “,en lenguaje coloquial, son los aguadores o recaderos, los que realizan el trabajo sucio, los que bailan al son que se les marca. Estos individuos, a la sombra de los anteriores, se les ofrece la posibilidad de ser, de estar,  de figurar, de existir, de tener cierto protagonismo, con lo cual sus mínimas aspiraciones quedan satisfechas, y como números, tras el grupo, se sienten algo, por lo que participan si se les brinda la oportunidad.

Al lado de estos grupos de individuos, y siempre en plan protagonista, se sitúa el psicópata, el individuo impulsivo, inteligente, capaz de planificar y organizar cualquier tipo de fechoría, sin que nada le provoque la mínima confusión mental por los efectos, sin que nada le repugne, incluso todo suponga para él un reto, jamás se sentirá culpable, ni jamás se sentirá mal, haga lo que haga, y tenga esto los efectos que tenga. Es él, el que propone, diseña, jerarquiza, organiza la ejecución del acto, siendo generalmente más listo, inteligente y habilidoso que los del grupo.

Dentro de este contexto, tendríamos que tener en cuenta el significado de la mujer en la sociedad y su evolución, para entender el concepto que de ellas tienen cierta parte de la sociedad. Obviamente, eternamente y desde que nacieron sirvieron, y sirvieron especialmente al hombre, éste era y lo es aún en algunos países, dueño y señor, jefe, referente, amo, de tal forma que la mujer no tenia mas nombre que el que él quisiera, le pertenecía, era de su propiedad, carecía de capacidad para tomar decisiones, incluso para viajar sola. Si esto es así, atávicamente se dan secuelas en determinados medios, carentes de evolución, incluso en contra de ésta, en los que la mujer se le da esta consideración o valor, incluso, se va mas allá al ser agredidas y maltratadas porque se observa que se quieren situar erguidas, a la altura del hombre.

Ello significa, que la solución del grave problema es difícil al situarse en los sótanos de la sociedad, y contaminar a individuos, o sin criterio, o sin escrúpulos que son un grupo numeroso

La tarea ha de ser en principio preventiva y situarla especialmente, en la familias y en los colegios. En aquellas trabajando de forma integral en el deseo de que cada uno de sus miembros pueda adquirir el roll o papel que le corresponda, desde el fundamento de la igualdad y equidad en todo, y por ello con las misma aspiraciones derechos y obligaciones.

En cuanto a los colegios, estar vigilantes, mantener y propiciar una relación de igualdad, que no siempre es así, el lenguaje no verbalizado nos delata, los niños son fuertes, las niñas son débiles. El camino recorrido no nos lo pone fácil a nadie, pero hemos de enfrentarnos con realismo a la realidad y cortar de raíz todo conato de desigualdad, apoyando con nuestros actos los compañerismos sanos.   

Fuente: Dr Baltasar Rodero. Psiquatra. Febrero 2019