Recientemente, tuvo lugar unas jornadas sobre Atención Temprana en las que participó la psicóloga Andrea González. Especialista en este área, abordó la importancia de la lateralidad infantil.

La lateralidad hace referencia a la distribución dada entre los dos hemisferios cerebrales. Su dominancia determinará cuál es la parte del cuerpo que se utilizará con mayor preferencia frente a la otra, en los 4 miembros más útiles, mano, pie, ojo y oído. Los hemisferios mandan señales al lado contralateral del cuerpo. Esto es, si por ejemplo domina el hemisferio izquierdo, el niño será diestro.

Su importancia recae en que una lateralidad bien establecida, o lo que es lo mismo, dominancia de los cuatro miembros en el mismo lado del cuerpo, es determinante en los procesos de lecto-escritura. Y por tanto en el aprendizaje en general y los procesos de lenguaje, por lo que es en la etapa escolar (4 ó 5 años) cuando ya debe estar consolidada.

IMPLICACIONES DE LA LATERALIDAD CRUZADA

El que un niño posea una lateralidad cruzada, se refiere a que en alguno de los miembros domine un lado del cuerpo, y en los restantes el otro. Como ejemplo, un niño que utiliza su mano y oído derechos con total preferencia, pero es zurdo de ojo y pie. Y así con todas las posibles combinaciones. Tener una lateralidad de tipo cruzado puede implicar dificultades de aprendizaje por no dominar los procesos de lectura y escritura, problemas de lenguaje, dificultad para orientar su propio cuerpo en el espacio y una mala construcción de su esquema corporal.

Realizar una evaluación temprana hacia los 4 años de edad es clave. Nos ayudará a prever dificultades futuras en el lenguaje y capacidad de aprendizaje general, evitando posibles disgrafías, dislalias o discalculias futuras, y así prevenir problemas de frustración, baja autoestima o problemas de conducta ante las dificultades que se encuentra un niño con lateralidad cruzara en tareas escritas.

Fuente: Andrea González. Psicóloga. Especialista en Atención Temprana