05 Abr 2022
J abril, 2022

Trabajar en pérdidas

Baltasar Rodero

Ha llegado por fin el estado milagro, el estado salvador por sus capacidades ilimitadas de ayudas, nadie debe temer tener pérdidas en su trabajo, todo tipo de actividades se puede subvencionar por el patrón estado, los kioscos, las tiendas de ropa de hombres, mujeres y niños, los agricultores y ganaderos, los profesionales, abogados, periodistas, sacerdotes… Todos podemos ser indemnizados, los bares, tabernas y restaurantes, además de los hoteles, porque no, si pierden dinero, si su ejercicio no resulta rentable, como el dinero sobra, pues a indemnizar, en ausencia de cualquier tipo de reflexión, a propósito del porque de un resultado negativo. Se compra un camión, se instala una tienda, se abre un bar, sin estudios previos que avalen su rentabilidad, pero ante esta política de generosidad, con el dinero de nuestros nietos da igual, adelante.

Yo, simplemente a lo largo de este mes, me he encontrado con tres familias, ambas con negocios familiares, taberna una, restaurante otra, y venta de ropa de niños la tercera, las tres entendían que debían de ser cerradas, las ventas habían disminuido, las pérdidas hacían imposible seguirlas subvencionando con fondos propios, pues la deuda crecía demasiado deprisa. Lo mismo me ha ocurrido en la visita a mi pueblo, el propietario de un establo de vacas no sabe si cerrar o no, porque el margen de beneficios se ha evaporado y anda justo entre los gastos e ingresos, de momento ha decidido seguir unos meses para poder observar más de cerca el horizonte.

Estamos en una situación actual de crisis generalizada, especialmente de energía, con repercusión en la mayoría de, la producción, comercialización, trasporte y venta de los diferentes productos, esto significa que el margen con el que se contaba sea cada día menor, de que haya disminuido, de tal forma que, incluso las pérdidas sean algo casi comunes en estos momentos, a cualquier actividad, en tanto en cuanto, la energía necesaria no se consiga al precio adecuado, y se regule debidamente la comercialización del producto y su trasporte.

Yo entiendo que por ello a los diferentes trabajadores, autónomos y empresarios de múltiples negocios, que tengan dificultades económicas, incluso que tenga pérdidas ostensibles en sus respectivos trabajos, algo que no debiera ocurrir jamás, pero son todos, o la mayoría de los antes citados, los que tienen perdidas, hasta los jubilados, por la presencia de una inflación gigantesca, pero, ¿la subvención generalizada es la mejor medida?, ¿las ayudas del estado cuyo déficit es gigantesco, es la mejor respuesta?, porque esas subvenciones no son del gobierno, ni de los ministros, ni del presidente, salen de los presupuestos generales del estado que pagamos todos, hasta los que pierden dinero en sus negocios. No se si los responsables se han preguntado, como cubrir el déficit que estas ayudas van a suponer, de donde y como se van a pagar, hablando además de la conveniencia de bajar los impuestos.

Obviamente, en tiempos de crisis, han de tomarse medidas urgentes, que respondan a problemas urgentes, pero el estado es algo más que el gobierno de turno, es un ente que le supera, y que ha de estar informado, para poder participar con la responsabilidad propia de su representación parlamentaria, en la respuesta a la ciudadanía en general, no se puede ni se debe parchear, dar respuestas parciales, caminamos por un sendero excesivamente estrecho y peligroso, y los legisladores han de cargar con su responsabilidad con honestidad, siempre teniendo en cuenta el bien de todos, no de unos pocos.

Yo quisiera por ello, ante nuestra situación económica muy crítica, cuya deuda pública ha superado todo lo esperado, estando cerca del billón y medio, y el déficit caminando por un desfiladero, que puede descarrilar si no disponemos de un control responsable, que los diferentes partidos mayoritarios, especialmente, de forma coordinada y solidaria, estudiaran la mejor respuesta en estos momentos. No valen críticas, o comentarios estúpidos, el enfermo esta grave, si el médico se entiende que no actúa de forma correcta, prestémosle orientación positiva, hablémosle, comentémosle nuestra receta y el porqué de la misma, no respondamos como se viene normalmente haciendo, tirando pedradas estúpidas de forma inmadura, pueril y propia de adolescentes, es serio, nos jugamos, que la deuda contraída con nuestros actos, la paguen la tercera o cuarta generación.

No puede ser, no podemos ni debemos depender de la energía exterior, en un país que dispone de viento permanente, de más días de sol que ningún otro, de más litoral y por eso de una masa de agua movida por oleaje, de ríos de todo tipo, y de terreno que se sabe alberga gas, ¡no se puede entender!

 

Fuente Dr. Baltasar Rodero, psiquiatra, Santander 2022