22 Abr 2024
J abril, 2024

Violencia Vicaria

Baltasar Rodero

Se trata de un proceso penoso y cruel, que es tan antiguo como la humanidad. Su nombre nos define la violencia que el varón quiere infringir a su pareja, a través del  maltrato de los hijos. Se trata de una pareja, cuyas relaciones no son satisfactorias, él siente que no controla, ni dirige, ni se siente propietario y responsable de la familia, especialmente porque a la mujer la ve cerca de los hijos, naciendo lentamente, un sentimiento de envidia de los hijos, al no contar con el calor de la mujer, de la que se entiende propietario, y en consecuencia receptor preferente de sus amabilidades. Esta situación va evolucionando, mediante, primero, cierto alejamiento de los hijos, después, cierto desprecio, no les hace caso, se siente lejano, para lentamente nacer las amenazas, provocaciones y malos tratos, hasta que, si la esposa se aleja por la observación de un panorama obsceno, irritante, oscuro, y en ocasiones cruel, la mujer puede enfrentarse al esposo, y este lentamente va a iniciar el itinerario que le conduzca a la extinción de los hijos, para hacerla el mayor daño posible, y después asesinarla a ella, y al final, al encontrarse solo, sin amparo ni comprensión por parte de nadie, terminar suicidándose.

Cabe la posibilidad de otro itinerario, siendo la vida familiar una anarquía, asistiendo a un desorden de convivencia agresiva, en principio los hijos apoyarán a la madre, y con la edad, puedan enfrentarse al padre, siendo esta etapa de verdadero peligro, al poderse causar daños físicos importantes; los niños nacidos en este ambiente, van a absorber el problema que viven de enfrentamientos, peleas, y malos tratos, con faltas absolutas de respeto, y las reproducirán, de aquí la importancia, y la responsabilidad de la familia como tal, especialmente de sus familiares y amigos, porque esta situación trasciende socialmente, pudiendo proceder a la denuncia del caso, e iniciar un tratamiento preventivo, con la educación correspondiente de los hijos, donde se implicarían los familiares.

Es una situación en nada singular, nos la podemos encontrar con cierta facilidad, y de conocerla a tiempo, y poder tener la capacidad de intervenir, el enfrentamiento del matrimonio se puede atenuar, o mediante terapia, proceder a un alejamiento temporal o definitivo, y apoyar, sin que los niños pierdan su domicilio, su educación, contando con el referente de los centros oficiales, o personal específico, no podemos permitir una muerte más, de un ser tan  indefenso como frágil.

Fuente: Dr. Baltasar Rodero, Psiquiatra, Santander 2024