La búsqueda constante de la felicidad es una de las metas fundamentales en la vida de cada individuo. A lo largo de las décadas, los estudios psicológicos han tratado de comprender mejor este fenómeno, y uno de los modelos más fascinantes es la llamada «Curva U de la Felicidad». Esta teoría sugiere que a medida que avanzamos en las diferentes etapas de la vida, experimentamos variaciones en nuestro nivel de felicidad, alcanzando picos y valles en momentos específicos.

Esto es un viaje lleno de altibajos emocionales, y una etapa que comúnmente presenta desafíos significativos es la transición hacia la mediana edad, especialmente entre los 40 y 50 años. Este período a menudo se asocia con la «crisis de la mediana edad», una fase de reflexión profunda que puede impactar la percepción de la felicidad y el propósito de la vida. En este artículo, exploraremos las razones detrás de la crisis personal en esta etapa y cómo contribuye a la forma de U de la felicidad a lo largo del ciclo vital.

La crisis de la mediana edad es un fenómeno psicológico que afecta a muchas personas en algún momento de sus vidas entre los 40 y 50 años. Caracterizada por la revisión de metas, la búsqueda de significado y la evaluación de logros personales, esta fase puede desencadenar una serie de cuestionamientos internos que impactan la percepción de la felicidad. La presión social, las expectativas no cumplidas y la conciencia de la mortalidad son factores que a menudo contribuyen a esta crisis personal.

La teoría de la curva de la felicidad sugiere que, a lo largo del ciclo de vida, experimentamos una forma de U en términos de satisfacción y bienestar emocional. El punto de partida es que las personas son muy felices cuando tienen 16 años. En la juventud disfrutamos de la novedad y la exploración. Luego esa medida de felicidad disminuye constantemente cuando nos enfrentamos a desafíos y responsabilidades y alcanza un punto bajo alrededor de los 48-50 años. Es aquí cuando nos planteamos nuestra satisfacción personal.

La buena noticia es que a partir de los 50 años, solo queda mejorar y alcanzar de nuevo un pico alto de felicidad como cuando éramos jóvenes.

¿Qué nos sucede cuando llegamos a los 40? Hay varias razones que nos influyen. Veámoslas:

• Presiones sociales y expectativas: en la sociedad actual, existe una presión significativa para lograr ciertos hitos a nivel personal y profesional en la mediana edad. La comparación con los demás y la sensación de no haber alcanzado ciertas metas pueden desencadenar la crisis.
• Evaluación de logros personales: la mediana edad a menudo lleva a una revisión de los logros personales. Miramos atrás y evaluamos si hemos cumplido las expectativas individuales. Esto puede generar insatisfacción y la búsqueda de un propósito más profundo.
• Conciencia de la mortalidad: a medida que nos acercamos a la mitad de nuestra vida, la conciencia de la mortalidad puede surgir, motivando la reflexión sobre cómo hemos vivido hasta ahora y cómo queremos vivir en el futuro. No significa que tengamos miedo a la muerte sino que nos damos cuenta de que está más cerca y aún tenemos muchos objetivos por cumplir.

Aunque la crisis de la mediana edad puede ser desafiante, ¡no todo va a ser negativo! también presenta oportunidades para el crecimiento personal y la transformación. La revisión de metas y la búsqueda de significado pueden llevar a decisiones que conducen a una mayor felicidad y satisfacción a largo plazo.

Aún así, tiene que existir un trabajo personal largo y decidido para superar el periodo más bajo de felicidad. Para ello podemos reflexionar sobre valores, pasiones y metas personales, buscar ayuda profesional mediante el asesoramiento psicológico para encontrar una perspectiva externa y nuevas estrategias de control personal, e incluso es importante aprender a apreciar el presente y cultivar la gratitud para ser conscientes del yo que hemos alcanzado ser encontrando la felicidad en el momento actual.

En conclusión, la crisis de la mediana edad es una parte natural del ciclo de vida humano. Entender su origen y abordarla de manera constructiva puede ser el primer paso hacia la redefinición de la felicidad en esta etapa y contribuir a la forma de U que caracteriza nuestro viaje emocional a lo largo de la vida.

Fuente: BBC News Mundo.