Algunas-frases-que-debes-evitar-decir-a-tus-hijos

24 horas al día 365 días al año.. durante este tiempo tenemos que gestionar nuestras propias emociones y circunstancias para evitar descargarlas sobre nuestros hijos. Todos queremos dar la mejor educación a los hijos pero como somos humanos, muchas veces no lo hacemos tan bien como nos gustaría.

La falta de descanso, la carga de trabajo, las responsabilidades diarias, la relación de pareja, el desgaste de la educación diaria y muchas otras razones, pueden llevarnos a experimentar momentos límites con nuestros hijos. En estos “momentos” puede que cometamos algunos errores que afecten a su autoestima, pueden desmotivarles o incluso dificultad la relación con ellos.

Pase lo que pase hay 10 frases que debes evitar decir a tus hijos cuando ellos cometen un error:

  1. Aprende de tu hermano. Lo seres humanos somos únicos, somos irrepetibles, y siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas. Un niño que está encontrando su yo interior y en pleno desarrollo emocional no quiere sentirse comparado con su hermano mayor quien parece ser que lo hace todo mejor. Esta comparación hace que el niño perciba a su hermano como un modelo que nunca podrá alcanzar afectando a su autoestima. El niño pensará que sus padres prefieren a su hermano antes que a él.
  2. Si no haces esto, te voy a castigar. ¿Quieres educar a tus hijos utilizando el miedo como herramienta? Los niños pueden equivocarse y pueden hacer algo mal pero premiarles con un castigo, con una educación en negativo va a generar la pérdida de la confianza que los niños tienen depositada en sus progenitores. No hay que amenazar e intimidar sino hay que darles una alternativa. Utilizar este tipo de frases que no dejan de ser expresiones vacías y que poco frecuentemente cumplimos, lo único que conseguimos es que nuestros hijos aprendan que sus acciones no tienen consecuencias y perdemos toda credibilidad. Si ves que es necesario castigar; establece castigos alcanzables y que estés dispuesto a llevarlos a cabo.
  3. Eres un niño malo. Si tu hijo hace algo mal no le etiquetes directamente como un niño malo, explícale solo donde ha fallado, que ha hecho mal y cómo puede mejorarlo ofreciéndoles alternativas. Si el niño entiende que es malo va a pensar que es así, que es defectuoso y que no va a poder hacer nada por cambiarlo.
  4. No llores, que no es para tanto. Cuando un niño llora, siempre hay un porqué y es importante dejar que se exprese y escucharle, así como darle la importancia que para el niño tiene. No infravaloremos los sentimientos porque para ellos puede que sea la primera vez que los sientan y nosotros los estamos despreciando. Hay que dejarles llorar y hay que dejarles hablar, no desviar su atención para que oculte su malestar. Es mejor consolarle para que sepa que si les pasa algo les entendemos, estamos ahí y tiene toda nuestra confianza.
  5. Estoy harta de ti. En momentos de estrés cansancio debemos controlar las frases que utilizamos con nuestros hijos. Descargar en ellos nuestro malestar utilizando expresiones como esta, puede provocar el niño crea que es verdad. Es muy importante que el niño entienda que el amor de un padre/madre es incondicional y debemos demostrárselo bajo cualquier situación personal que estemos viviendo. Ellos no tienen ninguna culpa de nuestra mala gestión emocional.
  6. Porque lo digo yo y punto. ¿Crees que siempre llevamos razón los adultos? No, no es así y es importante enseñárselo a nuestros hijos. Utilizar el imperativo como modo educacional sin dar ninguna explicación del porqué deben hacer lo que se les ha pedido, solo nos lleva a agravar más la situación. Dale la vuelta a la situación, ¿te gustaría tener que hacer cosas sin tener un por qué? A ellos les pasa lo mismo. Hay que ser reflexivo, paciente y argumentar las cosas las veces que hagan falta.Algunas-frases-que-debes-evitar-decir-a-tus-hijos
  7. Deja, que ya lo hago yo. Utilizar esta expresión va a convertir a tu hijo en un niño dependiente, inseguro y vago. Va a entender que no es capaz de hacer las cosas, que nadie le explica cómo hacerlas o se las hacen y que no es necesario esforzarse para conseguirlo.
  8. ¿No te da vergüenza portarte así? No bases la disciplina y la educación en la vergüenza. Es importante corregirlo para que aprenda pero evita las críticas que no sean constructivas. Cuando estés delante de alguien y tengas que recriminarle algo, házselo saber pero pospón el momento de la conversación para cuando estéis solos. Delante de la gente no es el lugar donde humillar y minar la autoestima de tu hijo. No fomentes la vergüenza menospreciándole delante de la gente cuando él no sabe defenderse aún.
  9. Me vas a volver loca. Aunque nosotros estemos al límite de la cordura y nuestro hijo cometa un error normal y natural, no debemos echarle la culpa a él para cambiar su comportamiento. Sí, él puede que se haya confundido pero no es el origen de todos tus males. Y no tiene la culpa. No hagas que el niño se sienta partícipe de tu estrés a través de la culpabilidad porque puede provocar un impacto negativo en vuestra relación.
  10. Eres un vago y así no vas a llegar a nada en la vida. Sobre todo en hijos adolescentes es muy recurrente utilizar esta frase. Nuestra intención es mostrarle un futuro difícil y complicado si su comportamiento es el de una persona vaga. Lo único que estamos consiguiendo es que nuestro hijo se frustre y pierda interés y motivación por hacer cosas para su futuro. No conseguiremos una reacción positiva en ellos ya que les estamos demostrando que no confiamos absolutamente nada en ellos y si nosotros no confiamos ellos, tampoco van a confiar en sí mismos.

El camino que viven nuestros hijos siempre va de nuestra mano, ayudémosles de manera positiva, con refuerzos, con motivación y con confianza para que si eligen el camino equivocado, sean capaces de darse cuenta y de retomar un camino correcto. Tienen que confundirse, cometer errores, defraudarse y equivocarse. Tienen que llorar, reír, compararse con los demás para encontrar un hueco social y dar formar a su personalidad.

Evita ser tu padre o madre, la persona que no sepa valorar el esfuerzo que está realizando tu hijo durante este camino. Hay que estar a su lado siempre y en cada momento dejando a un lado nuestra situación emocional para que no le influya de manera negativa y sobre todo, ¡contar hasta 10 antes de hablar!

Fuente: El Mundo. Patricia Lozano.