«Querida Felicidad: corre, corre, que te pillo!!» ¿Así vamos por la vida? ¿Somos felices o perseguimos la felicidad sin llegar a alcanzarla?. Puede que ahora mismo no entiendas estas palabras.. Lee este post y comprenderás la frase de «aprende a renunciar y serás feliz».

Todos nos sentimos presionados intentando vivir cada día al máximo para alcanzar nuestras metas. Esta presión social y cultural, consigue que las personas anden un camino sin darse cuenta de la belleza de ese camino. Y es que la Felicidad no se encuentra en lo que consigues, si no en valorar qué y cómo lo has logrado.

No por tener más cosas materiales, más dinero, mejor puesto de trabajo o una pareja más guap@, vas a sentirte más feliz. Cuando lo logras, la autoestima se refuerza temporalmente. La satisfacción personal existe pero se desvanece. Pronto buscará nuevas metas para sentirse de nuevo eufórica.

Podemos compararnos con un pequeño ratón que corretea en su rueda. Corremos mucho pero sin llegar a ningún sitio. Corremos meta tras meta y nos cansamos sin darnos cuenta de que la Felicidad la llevamos con nosotros si aprendemos a renunciar.

Importante: aprende a renunciar y serás feliz

No podemos tener todo, hay que aprender a dejar atrás muchas cosas. Siempre que se elige, se pierde y hay que saber aceptar las renuncias. La vida está llena de decisiones importantes y de caminos que no tomamos. Nadie sabe cuál es el camino más correcto pero valorar la dificultad de nuestra decisión, lo costoso que ha sido llegar hasta ese punto y sentirse satisfecho con el esfuerzo, es la Felicidad.

No gastes tus energías en conseguir cada día más y más objetivos. Gástalas en disfrutar tu situación actual y valora en lo que has conseguido hasta tu presente.

Márcate tus objetivos pero no seas ambicioso e inconformista. Busca un equilibrio entre tus aspiraciones para mejorar tus condiciones de vida y tu capacidad para disfrutar y conformarte saludablemente con lo que tienes.

No tengas miedo a quedarte estancado y sí en buscar la felicidad en el «tener».

«Aprende a renunciar y serás feliz»: ¿lo entiendes diferente ahora?.

Fuente: El País. Alberto Soler.