Llegar al final de la vida es un camino difícil de recorrer. Decir «adiós» y no «hasta luego», conlleva asumir la realidad. Ya no habrá más buenos días ni más besos de los que te quieren. En estos casos, ¿cómo afrontar emocionalmente una enfermedad terminal?.

Somos conscientes de que la muerte nos espera a todos y que algún día debemos enfrentarnos a ella sabiendo quien gana. Hacerlo siendo víctima de una enfermedad terminal es aún más complicado de asumir emocionalmente.

Tanto los enfermos terminales como los familiares/amigos que acompañan al enfermo, han de saber gestionar sus emociones. La mayoría sufre un descuido emocional que hay que reconducir.

En el caso de los acompañantes, se opta por reprimir las emociones para no preocupar al paciente. Este mecanismo lleva al agotamiento físico y mental y muchos familiares terminan exhaustos ante una situación emocional a la que no estaban preparados. Por otro lado, los enfermos con cuidados paliativos sufren un choque emocional muy fuerte. En muchos casos, las emociones negativas producen un bloqueo emocional.

Con ambos perfiles hay que profundizar con la ayuda de expertos. Psicólogos del Equipo de Atención Psicosocial de la Obra Social La Caixa, se encargan de trabajar con cada paciente y familiar. Es importante personalizar cada caso y conocer las circunstancias de la enfermedad de cada paciente para ayudar y orientar a sus familiares, comenta Carmen Batz, psicóloga.

En un hospital, los enfermeros, médicos, fisioterapeutas, etc. son vitales. Éstos consiguen que los resultados vayan mucho más allá del alivio de los síntomas físicos. Una función indispensable pero la incorporación de un apoyo psicológico, ayudará a cada individuo a saber cómo afrontar emocionalmente una enfermedad terminal.

Fuente: El País. Helena Poncini.