¿Cómo influye el orden de nacimiento en la personalidad?

Tu, tus herman@s y el lugar que ocupas dentro de la familia. ¿Crees que nos condiciona en el desarrollo?¿Cómo influye el orden de nacimiento en la personalidad? Lee atentamente este artículo y analiza si te identificas con los perfiles de los que hablamos.

Tener hermanos o hermanas puede cambiarte la vida. Desde siempre se ha dicho que el cambio es a mejor, pero puede que no siempre sea así. Tener herman@s significa buscar tu hueco dentro de la unidad familiar. Para ello será importante adquirir un perfil diferente al resto para sentirse único.

En la prehistoria cada hijo cumplía unas determinadas funciones por la propia supervivencia familiar y evolución. Por ejemplo, el hijo mayor era bueno en la caza, el segundo hijo destacaba por su capacidad de observación de la Naturaleza para obtener alimentos y cambios de tiempo y un tercero se encargaba de las relaciones sociales con otros grupos de cazadores. Con perfiles diferentes, la familia crece en calidad y cada miembro es vital y fundamentar por lo que ofrece.

En la evolución del hombre, la selección natural también ha jugado un papel importante. Los padres tenían que repartir entre sus hijos los recursos disponibles y en ocasiones, había que elegir quién sobrevivía…

El ser humano, en este caso los hijos, han sabido crear estrategias para «competir» entre ellos y obtener la aprobación de sus padres. La competencia promueve la creatividad y marca los límites de lo aceptable. Al final, lo que se pretende es que los padres se interesen por uno. El hijo quiere sentirse diferente para atraer la atención de ellos. La forma de hacerlo es desarrollar una personalidad única. ¿Cuales son esas estrategias? El lloro, las sonrisas, la debilidad, comportamientos autodestructivos o el chantaje emocional.

En muchas ocasiones habremos oído a padres que dicen que han tratado a todos sus hijos por igual. Lo curioso es que los hijos lo ven desde otra perspectiva y, casi siempre, hablan de diferencias de trato respecto de sus hermanos. Cada hijo tiene una personalidad y, por tanto, necesidades diferentes. Hay que ayudarlos a crecer cada uno a su manera y los padres deben darse cuenta de ello.

Ahora bien, ¿la personalidad que adquiere cada hermano es heredada o la Naturaleza juega también su papel? Sin duda alguna, el entorno donde crecemos y la relación establecida con los padres va a marcar la personalidad desde bien pequeños.

No es lo mismo hablar de un hijo único que de un hermano mayor. Uno adquiere muchos «perfiles» a lo largo de su evolución y el otro ha visto cómo ha sido relegado a un segundo plano al llegar su hermano menor. ¿Cómo invierten los padres su dedicación sobre los hijos?. Lo explicamos:

Los padres invierten sobre sus hijos para cubrir tres tipos de recursos: el material (comida), el cognitivo (educación) e interpersonales (apego). El que recurso que más marcará nuestra personalidad será el interpersonal. Cuando eres bebé la atención es exclusiva y más si se trata del primogénito. El segundo hijo, en su fase de bebé recibirá la atención emocional necesaria pero tratada de otra manera y repartiendo el tiempo con el hermano mayor. En esta situación, el hermano mayor tendrá que reencontrar su lugar en la familia. Un tercer hijo verá más acentuada su fase de apego emocional cuando sea más mayor y solo quede el viviendo en casa el como representante de los hijos. En este caso, los padres se volcarán emocionalmente en el.

Esto no quiere decir que siendo bebé no le hayan aportado una correcta base de apego emocional pero si será muy diferente a la de su hermano mayor. Los primogénitos se sienten más unidos a los padres que el resto de hermanos. Han vivido en su primer año de vida una fase de apego más intensa que el resto de hermanos.

¿Cómo influye el orden de nacimiento en la personalidad?

¿Cómo es la personalidad de cada uno de los hijos? Vamos a verlo!!

El hermano mayor

Los primogénitos son considerados por sus padres y hermanos como autodisciplinados, organizados y prudentes, más que sus hermanos menores. Y suelen llevar la fama de triunfador de la familia.

El primogénito, mientras no tenga otros hermanos, dispondrá de todos los recursos y sus figuras de referencia serán los padres o cuidadores. Suelen actuar como padres sustitutos y despliegan conductas del agrado de los padres. Si el padre es abogado, militar o cocinero, es fácil que el primogénito lo sea, además de ser “presionado” para que la herede. Suelen ser más responsables, mejores estudiantes, políticos más destacados, sobresalen en los premios Nobel y como eminencias científicas (aunque no como científicos revolucionarios, que lo serán los hermanos pequeños).

Los hermanos del medio

Siempre tendrán que compartir los recursos con otros hermanos y competir con ellos por conseguirlos. Con el obstáculo de que sus hermanos mayores son más fuertes y más listos por la diferencia de edad. Por tanto, sus figuras de referencia no serán tanto los padres sino los hermanos mayores.

Los del medio suelen tener un 10% menos de atención que mayores y pequeños. Suelen buscar su nicho en los pares, es decir, con otros del medio fuera del entorno familiar. En las encuestas de personalidad, los del medio no se parecen a sus padres o sus hermanos, se parecen a otros niños medianos. Suelen ser los más agradables, tienen mejores relaciones de amistad y en las relaciones sentimentales son los más fieles.

El hermano pequeño

¿Cómo influye el orden de nacimiento en la personalidad?

No necesitan padres autoritarios y tiránicos, ya tienen a sus hermanos mayores que administran los juguetes o las golosinas. Intentarán ocupar el nicho de otro mayor y si no es posible, ocupan otros nichos dentro del espacio familiar, buscan un nicho libre y desde aquí el favor de los padres experimentando y asumiendo riesgos, es decir, ramifican su comportamiento y por tanto, desarrollan rasgos de personalidad distintos. La idea es sumar valor a la unidad familiar en su conjunto.

El pequeño tiene la ventaja de ser el último hijo que los padres podrían tener, de modo que estos le ofrecerán una atención especial para que no le pase nada durante su infancia. Ambos padres, sobre todo la madre, querrán corregir con ellos todos los errores que han tenido con los hermanos mayores pudiendo a llegar a ser muy consentidos. Están acostumbrados a suplicar o negociar con otros hermanos y por tanto tienen caracteres más abiertos, más cariñosos, graciosos, zalameros, gamberros, son los comediantes de la familia. Están más acostumbrados al riesgo tanto en su aspecto positivo como negativo. Tienen el doble de posibilidades de practicar deportes de riesgo que los hermanos mayores.

Es más fácil que un hermano menor tenga un pensamiento innovador o radical; está acostumbrado a cambiar su estrategia y probar cosas nuevas. Dentro de sus familias son los últimos en la cola de la alimentación (todos hemos visto las peleas entre hermanos por comerse el último trozo de tarta en las que suele ganar el mayor por fuerza) y por tanto, se identifican más con los desvalidos y defienden causas igualitarias.

El hijo único

¿Cómo influye el orden de nacimiento en la personalidad?

No poseen efecto de orden, no tienen hermanos y por tanto no rivalizan. Se predicen dos cosas. Una es que los hijos únicos deberían ocupar posiciones intermedias en muchos rasgos de personalidad. Esto es porque no padecen la presión de un hermano menor para ser especialmente aplicados o agresivos, ni la de un hermano mayor para ser particularmente osados o poco convencionales. De ahí que los hijos únicos deben hallarse en algún punto intermedio desde el punto de vista de la conducta. Y resulta que, en efecto, así es.

Pueden ocupar el nicho que quieran, todos están libres y será una “negociación” con los padres. Además, pueden ir de un espacio a otro en el tiempo, por tanto, deberían ser más variables en la medida de sus rasgos de personalidad. Y es verdad, los estudios muestran que los hijos únicos son los menos predecibles. Su conducta es difícil de prever porque en la infancia han tenido muchas más opciones que las personas que crecen con otros hermanos.

Ahora que ya conocemos el perfil de cada uno de los hermanos, ¿te identificas?. ¿Tienes hermanos?, ¿consideras que son así? Coméntanos tu opinión y tus experiencias familiares, puede que los recursos familiares se hayan repartido de otra manera!!!.

Fuente: El País. Mario Fernández Sánchez.