27 Nov 2021
J noviembre, 2021

Dinero y felicidad

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¡¡Más, más y más dinero!! ¿Tener más dinero es la clave de la felicidad? Hay estudios que demuestran que el dinero no es la base para conseguirla y en este articulo vamos a establecer los límites y la relación que hay entre dinero y felicidad.

A todos nos han planteado alguna vez esta pregunta: ¿el dinero da la felicidad?. De inmediato, tendemos a pensar que sí y que cuanto más tengamos, más felices seremos. Pues hay varios estudios que han demostrado que la felicidad no depende solo del dinero que ganemos sino también, de si tenemos cubiertas las necesidades básicas de la pirámide de Maslow y si ingresamos más dinero que las personas que nos rodean. ¡Vamos a desarrollar estas cuestiones!

En primer lugar debemos de explicar que son qué es la pirámide de Maslow. La pirámide es una teoría de motivación que trata de explicar qué impulsa la conducta humana. Consta de cinco niveles que están ordenados jerárquicamente según las necesidades humanas que atraviesan todas las personas.

En la base de la pirámide se encuentran las necesidades básicas fisiológicas como alimentarse, descansar, respirar, etc. El segundo escalón de la pirámide se refiere a la seguridad que engloba el estado físico, el empleo, la salud, la propiedad privada, los bienes que tengamos, la familia etc. El tercer escalón engloba todo aquello que sea el afecto, la amistad y la relación social, la intimidad sexual. Ya casi llegando al vértice de la pirámide encontramos el aspecto del reconocimiento basado en el autoreconocimiento, la confianza el respeto y el éxito en la vida. En lo más alto de esta pirámide se encuentra la fase más difícil de completar que es la autorrealización, basada en la moralidad, la creatividad, la falta de prejuicios, la aceptación de hechos, resolución de problemas, etc.

Dinero y felicidad

Una vez que ya sabemos qué necesidades tiene todo ser humano podemos ponerle precio. Uno de los estudios, el de Daniel Kahneman y Augus Deaton de la Universidad de Princeton, extrajeron como conclusión que el límite de la felicidad son 75.000 $ al año, lo que equivale a unos 4.000 o 5.000€ al mes. Estas cantidades son las que se necesitan para satisfacer las necesidades de la pirámide de Maslow.

Cuando se supera ese umbral, más dinero y más felicidad dejan de estar relacionados. El dinero deja de ser tan relevante y existe un aplanamiento de la felicidad.

Otro estudio realizado por la revista Nature planteaba que en los países en vías de desarrollo este aplanamiento es menos plano. Se necesita más ingresos para cubrir las necesidades de la pirámide de Maslow y superado el umbral la felicidad no se paraliza tanto como en países más desarrollados.

Otro de los aspectos que planteamos en este artículo es que la felicidad a veces depende también de nuestro entorno. Hay quien sugiere que en realidad la felicidad la conseguimos si ingresamos más que las personas que nos rodean. Esto es debido a un principio evolutivo por el que necesitamos compararnos con la situación de otras personas.

Además el ser humano sufre por naturaleza una «adaptación tónica» que es una tendencia a moderar nuestra felicidad después de una buena noticia. Cuando en nuestra vida sucede algo positivo, como puede ser un aumento de sueldo, existe una primera fase de alegría inmensa pero a medida que van pasando los minutos esa sensación va decayendo y al querer plantearnos nuevos objetivos, volvemos a normalizar la situación y nos adaptamos a ella, olvidando la “buena noticia”.

En nuestras manos está valorar esa mejora que se ha producido en la vida. Podemos disfrutar de un aumentado de felicidad o seguir exigiéndonos tener más dinero para conseguirla con el riesgo de no llegar a alcanzarla nunca por el nivel tan alto de exigencia.

No creo que nadie diga «no» a tener más ingresos porque puede alcanzar un mayor calidad de vida satisfaciendo sus necesidades pero eso no garantiza alcanzar una mayor felicidad.

Fuente: La Razón. Héctor Herrera.