20 May 2018
J mayo, 2018

La importancia de saber esperar

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La importancia de saber esperar

El ser humano es impaciente desde sus inicios. Los bebés lloran para mostrar su insatisfacción ante una necesidad vital como es la de comer. A ellos no podemosles explicar la importancia de saber esperar. En los adultos es difícil pero no imposible!!.

¿Qué provoca la impaciencia?

Hoy en día la inmediatez que ofrecen las nuevas telecomunicaciones son la clave de la impaciencia. Todo es obtenido de manera fácil y rápida. Pronto encontramos calma a nuestra intranquilidad por obtener nuestro objetivo. Pronto obtenemos resultados que nos dan seguridad y evitamos el sufrimiento de la incertidumbre y la espera.

La palabra paciencia conlleva sufrimiento, ¿por qué?, porque el que espera, sufre. El hecho de tener que esperar, actualmente está mal visto en la sociedad. En el ritmo frenético en el que vivimos, no encaja el tiempo de espera. Nos estamos acostumbrando a la inmediatez de las cosas.

¿Qué podemos hacer?

Lo primero de todo es ser conscientes de nuestra impaciencia. Después, valorar qué factores fomentan nuestra inquietud y cuáles nos protegen y después entrenarla. Hay que tomar el control de la situación y entender que todo lleva un tiempo por y para algo. Hay que aprender a tolerar el sufrimiento que provoca el desconocimiento, la incertidumbre, el descontrol.

No debemos activar ningún mecanismo para evitar el dolor, si no enfrentarnos al hecho de no tener controlado aquello que creemos una necesidad.

Es cierto que todos obtenemos placer, se refuerzan nuestros circuitos de recompensa y se fomenta la búsqueda, de nuevo, de la sensación placentera cuando conseguimos nuestro objetivo, y cuanto antes mejor pero, el ser humano ha generado nuevas necesidades que no son más que deseos. Hablamos de una droga nueva que produce ansiedades y depresiones que acaban siendo tratadas con fármacos.

Es vital descansar y dormir para que el cerebro descanse y desconecte. Un cerebro ansioso, desgasta y agota. Si no se le permite descansar por la propia impaciencia, se corre el riesgo de enfermar.

La importancia de saber esperar

¿Qué ES y qué NO es la paciencia?

La paciencia no es urgencia, no es responsabilidad ajena, no es empatía ni resignación, no es falta de compromiso ni estática.

La paciencia es la espera activa, es una superación de la dificultad, es esperanza y coraje en el futuro a largo plazo, y es protectora y fuerte porque permite domar las pasiones descontroladas.

Recuerda: no todo lo que necesitamos es urgente. Recapacita, reorganiza —tanto los tiempos como las prioridades— y reflexiona, solo entonces estarás entrenando la paciencia y aprenderás la importancia de saber esperar.

Fuente: El País. Lola Morón.