«Hay gente brillante que no quiere brillar». Tener talento, alcanzar el éxito y mostrárselo al mundo no significa que te haga feliz. ¿Eres de esas personas?¿Miedo al éxito?. Hablemos de cómo son este tipo de personas y qué problemas sufren a lo largo de su vida por alcanzar la excelencia.

La gran mayoría de las personas se sienten bien cuando logran méritos, son reconocidos y halagados por los demás, son imitados y agasajados con elogios. Su ego crece y la autoestima brilla.

Encontramos personas que por exceso en su afán por mostrar sus propias habilidades reales (o supuestas) se vuelven narcisistas. Son personas egocéntricas, egoístas emocionalmente y habitualmente presentan más carencias que virtudes.

En el lado contrario encontramos a aquellas personas que sienten rechazo o miedo al éxito y a su reconocimiento. Son casi seres extraterrestres en una sociedad tan marcada por el «like» y el éxito social. Son personas humildes y modestas y estas características ayudan a que su vida sea más placentera, pues «las aspiraciones, éxitos y derrotas personales carecen de excesiva importancia».

Según Martin Seligman, padre de la psicología positiva, la modestia es considerada una de las 24 fortalezas humanas. Las personas modestas no necesitan ser el centro de atención, ni hacen girar su vida entorno al éxito y el reconocimiento lo que en sí mismo es un gran logro vital y una enorme fuente de tranquilidad.

El problema lo encontramos cuando el éxito es una fuente de preocupación para el individuo. Existe un lado oscuro conocido con el nombre de «complejo de Jonás». Este término fue acuñado por el psicólogo norteamericano Abraham Maslow – padre de la psicología humanista y creador de la Pirámide de Maslow – para describir el miedo al éxito.

Maslow encaja el complejo de Jonás en el nivel 4 de su pirámide donde se marcan la necesidad humana de reconocimiento. Este tipo de personas tendrían dificultades de autorrealización, como una forma de auto sabotaje ante las posibilidades que se despliegan en la vida.

¿Qué es el «Complejo de Jonás»?

Es la incapacidad para asumir la admiración y el reconocimiento propio y de otros menos preciando el esfuerzo realizado para conseguir los éxitos en la vida. Son personas que no quieren ser el centro de atención positiva, rechazan la idea de merecer un premio e incluso posponen las cosas o proyectos en lugar de simplemente hacer lo que saben que deben hacer. No aceptan que son buenas en algo y que alcanzan la excelencia con su trabajo, esfuerzo o porque tienen habilidades más desarrolladas que los demás. Son evidentemente personas que tienen miedo al éxito y a enfrentarse a el.

¿Cómo detectar el miedo al éxito?

Cuando eres una persona con estas características, puede que sufras el complejo de Jonás:

• No te gusta hablar de tus logros y éxitos
• No te gusta llamar la atención sobre tu persona
• Tienes miedo a ser rechazado o ser el «raro»
• Evitas proyectos que pueden impulsar tu vida
• Si comprometes tus objetivos para evitar conflictos
• Cuando reniegas y sientes vergüenza de los elogios, honores, premios o aplausos sobre lo conseguido
• Tienes una actitud negativa en cuanto a sostener ese éxito en el futuro
• Sientes culpa por eclipsar a otros

¿Qué problemas conlleva el miedo al éxito?

A parte del sentimiento de culpa por brillar más que los demás, a las personas con miedo al éxito les asusta la posibilidad de sufrir, la sobrecarga de responsabilidad, el exceso de trabajo que conlleva el éxito y como hemos comentado anteriormente, presentan una actitud negativa en cuanto a sostener ese éxito en el futuro.

Es verdad que estas personas son «diferentes» del grupo (social) y crear un camino propio al margen de este grupo puede ser complicado por envidias, críticas, etc. Seguir al rebaño parece siempre más sencillo pero a medio y largo plazo, esto solo conlleva soledad y la anulación total como persona.

Maslow es contundente cuando expresa su opinión en este asunto: «Si deliberadamente planeáis ser menos de lo que sois capaces de ser, os prevengo que seréis profundamente infelices para el resto de vuestros días». Por eso, ¡no dejes que el miedo al éxito pueda y anule tu brillo!

Fuente: El Mundo. Isabel Serrano Rosa.