21 Sep 2017
J septiembre, 2017

¿Para que sirven las emociones negativas?

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¿Para que sirven las emociones negativas?

Hay momentos felices y momentos duros en la vida de todos. Enfrentarse a ellos es necesario para seguir avanzando. Hay personas que por naturaleza, ven las cosas desde un punto de vista más positivo que otras. No por ello, todos debemos actuar con una sonrisa en la boca para superarlos. En este artículo hablaremos sobre las emociones negativas. ¿Para que sirven las emociones negativas?¿Debemos mostrarlas?.

No es necesario ir por la vida siempre con buena cara, mostrando nuestro lado más optimista. No, no lo es porque las emociones negativas también son parte de nosotros y nos ayudan a superar situaciones y a mejorar como personas.

Estamos cansados de escuchar frases mantra sobre la Felicidad, la sonrisa, el optimismo, etc. Parece que si no nos las aplicamos, la vida nos va a ir peor. Para conseguir llegar a tener Felicidad podemos ir por varios caminos. Hay personas que se enfrentan a sus problemas con una actitud más optimista que otros, pero no todos somos iguales.

Es importante no dejar a un lado los problemas y situaciones incómodas. Hay que enfrentarse a ellos y no dejarlos a un lado ignorándolos. Si hacemos eso, podemos causarnos un mayor dolor e incrementar el problema. Mirar hacia otro lado no soluciona los problemas ni te hace sentir mejor.

¿Para que sirven las emociones negativas?

Docenas de estudios aseguran que tan malo es dejarse arrastrar por la depresión y el abatimiento como evitar los problemas y sonreír sin ningún fundamento. Se puede crear así una tendencia contraria al optimismo mal entendido defendiendo la necesidad de, por qué no, estar «de morros» de vez en cuando.

Sonreír y dar por hecho que el tiempo, la vida en sí misma, o la suerte, serán los agentes que resuelvan el problema es una equivocación. “Un optimismo excesivo puede llevar a que confiemos demasiado en el futuro y a que no pongamos lo suficiente de nuestra parte para que aquello que pretendemos termine por llegar”, confirma Ángel Luis Sánchez, psicólogo y director del Instituto de Desarrollo.

Estar mal también es importante. ¿Por qué?

¿Para qué sirven las emociones negativas?

Como hemos comentado, no podemos ignorar los problemas. Hay que saber hacerlos frente y utilizar las emociones negativas nos debería ayudar.

¿De qué emociones negativas hablamos? Hablamos del miedo, de la ira, el enfado, la frustración, el agotamiento y muchas otras que sentimos como un lastre en nuestra personalidad. Ante estas emociones no debemos bloquearnos ni dejar que dobleguen nuestra voluntad. Es importante ser conscientes de que son parte de nosotros y es una respuesta lógica a lo que nos sucede.

Según Bárbara Ehrenreich, activista americana que lucha contra el empacho de la felicidad, en su libro «Sonríe o muere: la trampa del pensamiento positivo», plantea que aprendiendo a gestionar correctamente las emociones se puede vivir auténticamente conectado con los sentimientos y llevar una vida consecuente con aquello que está ocurriendo.

Otras voces de notable influencia como Rosana Pereira, psicóloga del gabinete Haztúa y experta en Psicología positiva, comenta que «es preferible ser optimista, pero las emociones mal llamadas negativas cumplen una función adaptativa que nos ayuda a sobrevivir«. Porque la ira, la tristeza, el estrés o el miedo son mecanismos que, bien gestionados, nos permiten adaptarnos a nuestra realidad y alumbrar soluciones o vías de escape.

Las emociones negativas tienen que impulsarnos al cambio. Son un motor de cambio, deben revelarse como el germen que dispare el pensamiento crítico y la búsqueda de alternativas. En definitiva: mejorar!!.

No debemos bloquearlas, quitarlas importancia y menos ignorarlas. Según Ángel Luis Sánchez, un miedo no escuchado puede desembocar, con el tiempo, en ataques de pánico descontrolados, igual que una tristeza ignorada puede convertirse en depresión”.

Es importante ser conscientes de que son parte de nosotros y es una respuesta lógica a lo que nos sucede.

Por otro lado, las emociones negativas nos permiten conectarnos más a la vida, a las personas, a la sociedad. Ver, oír o ser consciente del sufrimiento de los demás, nos despierta tristeza, desasosiego y malestar. Gestionar esas emociones provocadas por terceros nos permite implicarnos. Se fomenta la solidaridad, la sensibilidad y el ánimo por mejorar la situación aportando un pequeño granito de arena.

Ahora que ya sabes que mostrar tu lado más triste y negativo no tiene por qué ser malo, no te sientas obligad@ a mostrarte como no eres. No reprimas tus emociones porque las necesitas para mejorar!!.

Fuente: El País. Alejandro Tovar.