¿Sabes que una actividad física vigorosa unida al apoyo de un amigo beneficia al cerebro y la autoestima del adolescente?

Gracias al estudio del profesor Diego Monteiro, Profesor del Politécnico de Leiria e investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Deporte, Ciencias de la Salud y Desarrollo Humano (CIDESD) afiliado al Colegio Europeo de Ciencias del Deporte, se ha encontrado una asociación entre estos dos factores como dos fuertes mediadores entre la percepción de los beneficios de la actividad física y la autoestima general.

La adolescencia es un periodo vital complejo y lleno de múltiples transformaciones. Transformaciones que son condicionadas por el entorno social y su percepción de nosotros mismos. Se ha demostrado que en los adolescentes, practicar una actividad intensa, con gran esfuerzo y que da lugar a una frecuencia cardiaca alta, mejora la autoestima general ya que es un indicador importante de su equilibrio mental y en consecuencia de su bienestar emocional.

La práctica deportiva debe de ser intensa que es considerada aquella actividad física fuerte, potente, que se practica durante 60 minutos al día. Esto no quiere decir que una menor intensidad no tenga el mismo efecto en los adolescentes pero si en menor grado.

Al realizar ejercicio intenso, el cerebro se modifica, libera ansiedad y estrés acumulado, lo hace más flexible potenciando el aprendizaje y la memoria y es el ejercicio se convierte en un protector contra la degeneración.

Por otro lado es importante destacar que la presencia de un mejor amigo durante el desempeño de esta actividad física genera unas sinergias que pueden condicionar en gran medida los hábitos de ejercicio y actividad física y ser un punto clave a la hora de intervenir en la adquisición de hábitos saludables.

Los adolescentes suelen pasar mucho tiempo con sus amigos donde comparten entornos comunes y conductas similares. Se puede decir que unos influencian a otros y son un apoyo social muy importante. Por imitación los adolescentes replican comportamientos de las personas que consideran modelos de conducta, lo que supone que pueden ser influenciados por el apoyo social de sus mejores amigos.

Admirar o ser admirados por el mejor amigo conlleva adoptar hábitos saludables en este y en otros ámbitos de la vida. Por ello desempeñar esta actividad intensa junto a ellos mejora de la autoeficacia.

Así que si tu hij@ forma parte de un equipo donde practica deporte de alta intensidad ten por seguro, ¡que está en uno de los mejores sitios! No solo está descubriendo sus umbrales físicos y psíquicos y estableciendo hábitos saludable, si no que está asentando su entorno y apoyo social, se está sintiendo reconocido dentro de ese entorno y está afianzando su autoestima.

Fuente: El País. Ana Camarero.