¿Por qué se hacen tantos selfies los adolescentes?

Mostramos al mundo lo que hacemos, dónde estamos, cómo estamos y esperamos una respuesta que nos haga sentirnos bien. La enorme expansión de las Redes Sociales y su facilidad de uso, nos permiten convertirnos en «personajes públicos» por un momento. El problema viene cuando la obsesión ronda nuestra vida. En el caso de los adolescentes se ha podido comprobar cómo se ha convertido en un grave problema y es que, ¿por qué se hacen tantos selfies los adolescentes?.

Su obsesión es mostrar a terceras personas lo felices que son aunque en realidad su vida no es así. A través de filtros, retoques y enfoques más que estudiados, son capaces de enmascarar los defectos e inseguridades en sus fotos.

La libertad para hacerse una foto es grandísima. No necesitan a nadie para hacerlo. En ellas todo parece perfecto; tod@s son guapísim@ y siempre están en lugares increíbles. Normalmente son fotografías sin contenido significativo y sí de gran apariencia. ¿qué buscan con tanta foto?.

¿Por qué se hacen tantos selfies los adolescentes?

Los adolescentes de entre 15 y 30 años buscan un reconocimiento social con sus publicaciones de selfies. Están esperando de inmediato que sus seguidores les apruebe su imagen con un ‘Like’ o un comentario. Cuantos más tengan, mejor se sienten.

El problema de estos jóvenes adictos al selfie es que están preocupados de forma constante por la imagen que proyectan, y por lo que los demás opinen de esta. Según Jesús Matos, autor de «Buenos días, alegría», y psicólogo especialista en la gestión de la tristeza y desarrollo de la persona, son chicos que han crecido con la irrupción de las redes sociales en la sociedad y comparten su vida a través de ellas. El problema llega cuando «chicos y chicas están enfocados en la percepción que tiene el resto de personas sobre ellos. Su autoestima depende de acontecimientos externos». Estos chicos muestran una imagen de felicidad en lugar de sentirla realmente.

El psicólogo Jorge López Vallejo considera que el selfie aporta un«moldeado de la personalidad o del estado anímico a la carta, en función de la interacción que se recibe de los demás o de la imagen que se quiere transmitir». Se busca, añade, «un placer y una satisfacción que no es aporta la vida real».

El mayor problema de esta situación es que se busca la aceptación personal basándose en situaciones, apariencias o imágenes prediseñadas, retocadas y falsas. Estos chic@s se crean una vida en relación a lo que les gusta a los demás y no a lo que les gusta a ellos y a su propia aceptación.

¿Qué ocurre después de la publicación de un selfie?

Si la fotografía ha recibido mucha interacción y es «aceptada» por terceros, el adolescente engorda su falsa personalidad y realidad. Posiblemente ese adolescente ya esté preparando y diseñando la siguiente foto!!.

Si la respuesta no es la deseada, aparecen síntomas de dispersión, como la falta de atención en clase, en las reuniones familiares, cuando se camina por la calle, o en el coche, con los riesgos que esto comporta. Además pueden generar un entorno tóxico donde preguntan a los demás su opinión antes de subir la foto, visionando la imagen obsesivamente, ampliando, retocando, etc. La búsqueda de la perfección será su objetivo.

¿Alguna recomendación para que no se hagan tantos selfies los adolescentes?

Si claro. Las hay y son de lógica aplastante. Buscar la verdadera felicidad fuera de las redes sociales!!

Para el psicólogo profesional Jesús Matos, algunas de las claves que les puede servir para hacer frente a esta cultura de lo inmediato es «no medir tu felicidad en ‘likes’, ni esconder las inseguridades tras las redes sociales. Por contra, invertir en uno mismo, pero no para conseguir la aprobación ajena. También marcarse pequeñas metas. Este es el único secreto para ser feliz», aconseja.

Compartir las experiencias de la vida con nuestro entorno es socialmente sano y aceptable. No permitas que un selfie te aísle de la verdadera felicidad, la que es real!!.

Fuente: ABC. Carlota Fominaya.