¿Tienes la sensación de que hay gente que siempre le gusta ir contra corriente? ¿Tienen sus propias teorías sobre las cosas? ¿Rechazan los argumentos de las autoridades y expertos? En los últimos meses han surgido numerosos grupos de personas conspiranoicas que niegan la existencia de las situaciones que vive actualmente la sociedad. Son grupos que se sienten poderosos y hablan a voz en grito con su verdad por delante pero, ¿qué hay detrás de los conspiranóicos?

No todos tenemos que pensar igual, ¡claro que no!. Cada uno tiene su libertad de pensamiento y su capacidad de crítica, negación o aceptación. Lo extraño es negar la evidencia y crear nuevas teorías que no tienen ningún sentido ni ciencia que lo avale y creérselas como única verdad.

La sociedad sigue luchando para vencer a una de las circunstancias más increíbles que ha vivido la humanidad: una pandemia. Una pandemia que ha sido capaz de paralizar el mundo y que por desgracia, ha generado millones de pérdidas humanas; crisis económicas devastadoras; miedo; incertidumbre e incluso desequilibrios emocionales a personas de cualquier grupo social y edad.

¿Qué hay detrás de la pandemia o de las vacunas?. Los conspiranóicos desconfían totalmente de las versiones oficiales de las autoridades y plantean las suyas propias. Sienten hostilidad hacia su entorno y su intención es contagiar al resto de personas y llevarles a su terreno.

Tras un estudio llevado a cabo por Sara Hughes y Laura Macha publicado en ‘Personality and Individual Differences’, los conspiranóicos son personas que presentan tres rasgos psicológicos o de personalidad: el maquiavelismo, la psicopatía primaria y el narcisismo.

¿Y cómo son estas personas?

Los maquiavélicos se caracterizan por querer manipular las emociones de los demás. Son astutos y utilizan la mentira como engaño para lograr su propósito final sin importar los medios empleados para alcanzarlo. Las personas narcisistas son personas que tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás. Y por último, la psicopatía primaria se refiere a personas con una alta insensibilidad y falta de empatía hacia el dolor ajeno.

Los tres grupos de conspiranóicos tienen una característica común y es que se sienten superiores a los demás, por ello, son capaces de crear sus propias conspiraciones, creérselas y tener el cuajo suficiente para convencer a otros que consideran inferiores.

Obviamente, los conspiranóicos habrán ganado muchos adeptos en otras circunstancias como el debate de si la Tierra es plana, la teoría de los microchís o de si el hombre llegó a la luna o no, pero de lo que no cabe duda es que el Coronavirus es real.

El tipo de perfil conspiranoico está más extendido de lo que uno piensa y puede ser fácil encontrarse en la vida con uno. Si es así te recomendamos que lo dejes a un lado. Mejor vivir solo sin conspiraciones.. ¡que mal acompañado!

Fuente: El Confidencial. ACyV.