¿Se nace o se hace? Hablamos de tu personalidad. ¿Eres así desde tu nacimiento?¿Hay vinculación biológica? En este artículo vamos a comentar las conclusiones extraídas de un interesante estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos.

El estudio se realizó con bebés de 14 meses de edad que presentaban un tipo de temperamento concreto desde su nacimiento. Varios años después, se volvía a evaluar en dos ocasiones a las mismas personas ya en edad adulta.

La finalidad de este estudio era comprobar la vinculación biológica existente y determinar si lo que predijo el estudio se cumplió o no. A través del estudio del temperamento del bebé se podía establecer la futura personalidad del individuo.

Partimos de la base de que el temperamento es relativamente independiente del aprendizaje, del sistema de valores y de las actitudes. El temperamento se refiere a las diferencias individuales, con un origen biológico, en que las personas responden emocional y conductualmente al mundo. Sirven, durante la infancia, como base de la personalidad posterior.

Por ejemplo, un temperamento denominado inhibición del comportamiento (comportamiento cauteloso, temeroso y que evita personas, objetos y situaciones desconocidas) en niños, tiene un mayor riesgo de desarrollar trastornos de abstinencia social y ansiedad que los niños que no lo sufren en la infancia.

Los individuos estudiados 15 años después, proporcionaron datos neurofisiológicos muy interesantes. Cuando el grado de negatividad relacionada con el error es elevado, se asocia con condiciones de internalización, como la ansiedad. Cuando es más pequeña se asocia con condiciones de externalización, como la impulsividad y el uso de sustancias (alcohol, drogas).

A los 26 años de edad, se les analizaron varios aspectos como la psicopatología, la personalidad, el funcionamiento social y los resultados de la educación y los logros a nivel laboral. Se descubrió que la inhibición del comportamiento a los 14 meses de edad predijo, a los 26 años, una personalidad más reservada, menos relaciones románticas en los últimos 10 años y un menor desarrollo social con amigos y familiares.

También predijo niveles más altos de psicopatología internalizadora en la edad adulta, pero sólo para aquellos que también mostraron señales de negatividad más grandes relacionadas con el error a la edad de 15 años.

Por parte de los investigadores de este estudio americano, las conclusiones son muy claras: «la biología de la inhibición del comportamiento a lo largo del tiempo tiene un efecto profundo que influye en el resultado del desarrollo».

Ahora que conoces este estudio sobre el temperamento, ¿crees que somos así desde que nacemos?, nuestra personalidad ¿se nace o se hace?.

Fuente: El Confidencial.