El miedo a ser despedido del trabajo es una de las emociones más comunes en el ámbito laboral, especialmente en tiempos de incertidumbre económica y cambios en las empresas. Este miedo puede generar una gran cantidad de emociones negativas, como la vergüenza y la traición, que afectan no solo a nuestro bienestar emocional, sino también a nuestra capacidad para desempeñar nuestras tareas de manera efectiva.

La vergüenza es una emoción que surge cuando percibimos que hemos fallado en una tarea o en una expectativa social importante. En el caso del miedo a ser despedido, la vergüenza puede surgir por la percepción de que no estamos haciendo nuestro trabajo de manera adecuada o por la sensación de que hemos decepcionado a nuestros colegas o superiores. La vergüenza puede llevarnos a aislarnos y a evitar la interacción con otros en el trabajo, lo que puede hacer que nos sintamos aún más inseguros y ansiosos.

Por otro lado, la traición es una emoción que surge cuando percibimos que alguien en quien confiamos ha violado nuestra confianza o nos ha defraudado de alguna manera. En el contexto del miedo a ser despedido, la traición puede surgir por la percepción de que la empresa o nuestros superiores no valoran nuestro trabajo o no nos tratan de manera justa. Esta emoción puede llevarnos a sentirnos enojados, resentidos y desconfiados, lo que puede afectar negativamente nuestra capacidad para colaborar con otros en el trabajo.

Para superar estas emociones negativas y enfrentar el miedo a ser despedido, es importante cultivar una actitud de resiliencia y de aprendizaje. La resiliencia implica la capacidad de adaptarse y recuperarse de situaciones difíciles, y puede ayudarnos a mantenernos motivados y enfocados en nuestros objetivos, incluso cuando enfrentamos obstáculos y desafíos. El aprendizaje implica la capacidad de aprender de nuestros errores y experiencias negativas, y puede ayudarnos a mejorar nuestras habilidades y conocimientos para enfrentar situaciones similares en el futuro.

En su libro «Las cosas más bonitas de la vida están al otro lado del miedo», Elena García Donoso ofrece una serie de consejos y estrategias para enfrentar el miedo y las emociones negativas que lo acompañan. Algunas de estas estrategias incluyen:

1. Aceptar nuestras emociones: En lugar de tratar de suprimir o ignorar nuestras emociones negativas, es importante aceptarlas y reconocer que son una parte natural de la experiencia humana. Al aceptar nuestras emociones, podemos aprender a manejarlas de manera efectiva y a no dejar que nos controlen.
2. Cultivar la resiliencia: La resiliencia se puede cultivar a través de la práctica de hábitos saludables, como el ejercicio físico, la meditación y la reflexión. También es importante rodearnos de personas que nos apoyen y nos brinden feedback constructivo, y aprender a buscar soluciones creativas y adaptativas a los problemas que enfrentamos.
3. Aprender de la experiencia: En lugar de culparse o criticarse a sí mismo por los errores o fracasos, es importante reflexionar sobre lo que podemos aprender de la experiencia. Al aprender de nuestros errores, podemos mejorar nuestras habilidades y conocimientos para enfrentar situaciones similares en el futuro.
4. Enfocarse en las cosas que podemos controlar: Muchas veces, el miedo a ser despedido puede estar relacionado con factores externos que están fuera de nuestro control, como cambios en la economía o en la industria en la que trabajamos. En lugar de centrarnos en estas variables externas, es importante enfocarnos en las cosas que sí podemos controlar, como nuestra actitud, habilidades y esfuerzo. Al hacerlo, podemos mantener un sentido de empoderamiento y evitar sentirnos indefensos y victimizados.
5. Buscar ayuda si es necesario: Si el miedo a ser despedido está afectando significativamente nuestra calidad de vida y nuestra capacidad para desempeñar nuestro trabajo de manera efectiva, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Un psicólogo o terapeuta puede ayudarnos a entender y manejar nuestras emociones, y proporcionarnos estrategias efectivas para enfrentar nuestros miedos y preocupaciones.

En conclusión, el miedo a ser despedido puede generar una serie de emociones negativas, como la vergüenza y la traición, que afectan nuestro bienestar emocional y nuestra capacidad para desempeñarnos de manera efectiva en el trabajo. Sin embargo, a través de la resiliencia, el aprendizaje y el enfoque en las cosas que podemos controlar, podemos enfrentar este miedo y superar las emociones negativas que lo acompañan. Al hacerlo, podemos liberarnos de la carga emocional que nos impide alcanzar nuestras metas y vivir una vida plena y satisfactoria.

Fuente: El Mundo. Zen.