14 Oct 2021
J octubre, 2021

Pautas para cuidar el descanso

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Pautas para cuidar el descanso

¿No te sorprende pensar que todos los días tu cuerpo necesita parar, desconectar y descansar durante varias horas seguidas? Y te hago otra pregunta, ¿no es increíble cómo lo hace?.

Acostarnos en una cama, no significa solo dormir. Significa muchas más cosas: dejar el cuerpo relajado, inmóvil durante horas, dejar que el cerebro descanse pero que a la vez siga funcionando a través de los sueños, el latido del corazón se ralentiza, la sangre sigue fluyendo, etc. Aunque estemos durmiendo nuestro cuerpo sigue trabajando y ¡no deja de nutrirse!

Es importante cuidar nuestro sueño para tener un buen descanso. Podemos llamar higiene del sueño a una serie de pautas a seguir que nos ayudarán a conseguir un mayor descanso de calidad.

PAUTAS PARA CONSEGUIR EL DESCANSO

  1. Date una ducha antes de meterte en la cama. La cultura latina marca el momento de la ducha al comenzar el día pero en muchos países del centro de Europa, su costumbre es ducharse antes de irse a la cama. Esto supone dormir limpio, con el cuerpo relajado, que transpira mejor y los músculos se relajan. Comenzar la vigilia del sueño con estas premisas son más apetecibles que acostarse sin sentirse relajado.
  2. Es recomendable seguir una rutina en los horarios y acostarse todos los días a una misma hora. Lo ideal es que una persona adulta duerma entre 6 y 8 horas al día y los niños no menos de 10.
  3. En España se dice que la siesta es una tradición nacional. Si eres de los que hace siesta, escucha esto: se aconseja que no exceda de 40 minutos.
  4. La alimentación de las cenas también es muy importante. Es recomendable cenar 2 horas antes de acostarse para que el cuerpo pueda hacer la digestión y el estómago se encuentre más ligero para irse a dormir. Hacer cenas muy copiosas no son buenas para irse a la cama. Tendrás digestiones largas y pesadas que pueden conllevar no conciliar el sueño. Cenes mucho o poco, muévete un poco antes de acostarte. No te levantes de la mesa para irte directo a la cama.
  5. Si la comida puede ser un obstáculo en tu higiene del sueño, el alcohol tampoco es un buen compañero. A veces te tumba pero otras no te dejará descansar.
  6. El tabaco, la cafeína, teína y.. si, lo siento, el chocolate, son sustancias estimulantes y cuánto más cantidad se haye en tu cuerpo, peor descansaras. Si te apetece un café o un bombón, tómalo en la comida en vez de la cena.
  7. La noche no es el mejor momento para hacer deporte. Evita en la medida de lo posible realizar ejercicio a última hora de la tarde ya que tu cuerpo se activa y produce una descarga alta de endorfinas.
  8. Mantén tu cama siempre limpia, suave, con olor agradable así como una habitación ventilada y a la temperatura adecuada. Un mal olor, una alta temperatura, o un pijama áspero pueden ser circunstancias incómodas. Este punto parece una exageración pero si por una vez dedicas tiempo a cuidar estos aspectos, verás como un olor agradable y la suavidad de las sábanas por ejemplo, producen comodidad a tu cerebro y le encamina a relajarse y descansar.
  9. Evita ruidos en tu habitación que puedan alterar tu sueño o que impidan que puedas relajar tu mente.

Pautas para cuidar el descanso

De estas pautas que hemos enumerado, puedes dedicar un poco de tiempo a ver cuál pueden encajar con tu higiene del sueño. No tienes por qué realizarlas todas pero seguro que hay alguna que puede mejorar la calidad de tu sueño.

La calidad del sueño no significa poder dormir más horas seguidas, sino que aquellas que duermas, sean horas de sueño profundo. En esos momentos tu cerebro se regenera y el cuerpo se regenera. A la mañana siguiente tendrás energías suficientes para afrontar un nuevo día.

No dormir puede llegar a desesperar a mucha gente y acarrear problemas de concentración, irritabilidad, incapacidad para la concentrase, problemas en el trabajo y con la familia etc.. No dormir provoca mayores niveles de grenilla, que es la hormona que hace que tengamos ganas de dormir. Además, Dormir poco provoca también que se produzca menos eptina, que es la hormona que suprime la sensación de hambre. Si juntamos el trabajo de estas dos hormonas, las noches en vela se traducen muchas veces en la ganas de comer más.

Uy!! Mira qué hora es!! Si es la hora de irse a dormir!! Apaguemos la luz, respiremos hondo y… a descansar. Buenas noches.

Fuente: El Mundo. Nata Cela.