¿Compasión activa o impostada? En el mundo existen dos tipos de personas: aquellas que sienten empatía y compasión por los demás y quienes no sienten nada ante síntomas de dolor ajeno. En este artículo vamos a ver qué ventajas tiene sentir compasión por los demás.
Es curioso, la compasión es un sentimiento que se genera solo a partir del dolor y el sufrimiento de otra persona. Es una reacción incontrolable, no se puede evitar. Es un sentimiento que se despierta en nosotros al sentir la necesidad de aliviar el malestar de otras personas.
En el comienzo de esta lectura hablamos de compasión Impostada y es que no puede forzarse el sentimiento de ayuda si no hay nada que nos muera por dentro para hacerlo. ¡Se es compasivo o no sé es!.
En el proceso de compasión, podemos establecer unas fases. La primera de ellas es la percepción del sufrimiento. Es obvio que para poder manifestar compasión hay que identificar primero el sufrimiento ajeno. Descubrir qué es lo que hiere al otro, es el primer paso para amainar ese dolor.
La segunda fase es muy importante y está asociada a la empatía. Se trata de calibrar la magnitud de los acontecimientos para saber cómo podremos solucionarlos. Evaluaremos el dolor ajeno para intentar solucionarlo de la mejor manera posible.
En la tercera fase se tiene que sentir la necesidad de cambiar lo que sucede. La compasión impostada no tiene cabida dentro del proceso puesto que tenemos que sentir una fuerza interior que nos lleve a realizar algo para aliviar el malestar de esa persona.
Por último, la fase más visible es pasar a la acción. De la mejor manera posible haremos algo por ayudar emocionalmente a la persona.
Ser un ser compasivo conlleva tener algunas ventajas. Ya que sufres por los demás, ¡al menos obtener algo positivo de ese sufrimiento!.
La principal ventaja es que nos permite conseguir un estado de calma y bienestar personal que nos ayuda a superar las consecuencias negativas de la autocrítica destructiva. A nosotros mismos podemos vernos inseguros, no capacitados para hacer muchas cosas, débiles, etc., pero aliviar el dolor de los demás de manera altruista, nos hace sentir bien de manera inmediata pero temporal. Ser compasivo nos alivia de nuestras propias presiones emocionales.
Otra de las ventajas es que potencia nuestras relaciones personales. Nos acerca más a las personas que sufren y a las que queremos o hemos ayudado. De este modo buscaremos así aumentar nuestro grupo social sin ser conscientes de ello.
Por último, una ventaja que nos proporciona es la posibilidad de mejorar como personas. El componente cognitivo de la compasión nos permite ser capaces de analizar la situación, buscar cómo podemos ayudar pero además, sacar conclusiones que eviten que sigamos reproduciendo el dolor en nosotros.
Hay personas que consideran que ser compasivo ante el sufrimiento ajeno, es un sufrimiento de lástima o de pena pero, si ese sentimiento tiene como resultado ayudar a otra personas y hacernos sentir mejor, ¿crees que es algo negativo? ¡dónde está el problema!.
Fuente: El Mundo. Nata Cela.
Santander
- C/ Ruamayor, 11 - Bajo 39008, Santander (Cantabria)
- 942 22 45 44
- 942 07 07 87
- administracion@centrorodero.es
Torrelavega
- C/ Julián Ceballos 36, 1-A, 39300 Torrelavega
- 942 88 13 22
- 942 07 07 87
- administracion@centrorodero.es
Últimas Entradas
- 15 Oct 2024Guía para la inteligencia emocionalEn el ajetreo diario, muchas veces nos olvidamos de lo más importante: nuestro bienestar emocional....
- 29 Sep 2024Cuidado con cómo interpretas lo que sucede a tu alrededorEn la vida, constantemente estamos enfrentándonos a situaciones, experiencias y eventos que nos gene...
- 17 Ago 2024Relación entre mente y cuerpoTodos hemos escuchado alguna vez la frase «Piensa mal y acertarás». Es una expresión que, en aparien...