Se trata de una situación muy repetida, una persona se siente mal, con mucho dolor, o mareado, o con problemas digestivos… por lo que visita al médico con cierta frecuencia, e incluso a varios especialistas, pero que en ocasiones, el proceso impresiona de agudo, de insoportable, tanto, que supera la capacidad de aceptación. La respuesta normal es, la de acudir a un servicio de urgencia, para que le indiquen la causa de su sufrimiento, en estos momentos casi inaguantable, después de varias horas de espera, en la que la fantasía del paciente, repasa cuadros crónicos o enfermedades diversas, y de cierta gravedad, por fin es atendido, por el médico, que le pregunta, que le ocurre, y él con toda pormenorización, cuenta su desgraciada historia, que se remonta, a que hace ya años le ocurrió… por lo que fue atendido por un especialista, pero que nunca quedó bien, y de forma ocasional se repite el mismo proceso de forma aguda, aunque entre los diferentes procesos, jamás se ha encontrado bien.
Se procede a una exploración, análisis, radiología y otras pruebas como ECG… y al final la suma de estas, más la exploración, no expresan nada que se pueda llamar enfermedad, por lo que, de forma espontánea el médico le manifiesta, “hemos realizado la exploración necesaria y podemos manifestarle que no tiene nada”. El paciente en principio siente alivio, pues el cuadro que presentaba impresionaba de grave, por la agudeza del mismo, pero después de un tiempo, o, incluso de horas, le invade lentamente cierta desazón, “si no tengo nada, porque la presencia de esas palpitaciones que ocasionalmente me ahogan, o porqué de esos gases, vómitos, e inapetencia, con pérdida de peso, porque ese mareo permanente, que en ocasiones me impide deambular, e incluso he sufrido ciertas caídas, porque entonces, al meterme en la cama sufro de sudor, de malestar, de tensión nerviosa y no encuentro el sueño”…
Tiene algo, siempre en estos casos tiene algo, el “sistema vegetativo” inerva ciertas aparatos y sistemas, cardiocirculatorio, digestivo… y el estrés, el carácter rígido o sensible, la incapacidad para aceptar las frustraciones, la sensibilidad o permeabilidad fácil a los acontecimientos tóxicos,… le estimulan, y provocan cierta sintomatología, que siempre va a ser, itinerante, es decir variada, dependiendo del sistema que exprese nuestro malestar, y además de itinerante, puede ser más o menos intenso, pero siempre intrascendente, y que necesitará de psicoterapia.
Fuente: Dr. Baltasar Rodero, Psiquiatra, Santander 2024
Santander
- C/ Ruamayor, 11 - Bajo 39008, Santander (Cantabria)
- 942 22 45 44
- 942 07 07 87
- administracion@centrorodero.es
Torrelavega
- C/ Julián Ceballos 36, 1-A, 39300 Torrelavega
- 942 88 13 22
- 942 07 07 87
- administracion@centrorodero.es
Últimas Entradas
- 11 May 2024Deja de compararteEn un mundo hiperconectado, las comparaciones se han vuelto una constante en nuestra vida cotidiana....
- 17 Abr 2024¿Qué metas tienes en tu vida?A lo largo de nuestras vidas, todos nos enfrentamos a una pregunta fundamental: ¿Qué metas tengo en...
- 21 Mar 2024Consecuencias de retirar los psicofármacos de manera prematuraSegún la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ansiedad y la depresión son los trastornos menta...